miércoles, 29 de agosto de 2018

El bosque prohibido

Habían dejado la capa invisible en la torre.
- ¡¿QUÉ HICISTE QUE?! - grito para sorpresa de todos, Lily - Hijo, tienes un artefacto infalible y lo olvidas como si fuera cualquier cosa, se más cuidadoso si - le reprendía.
- Pido leer el que sigue - dijo Arthur.
- Pienso que primero hay que comer para después leer los capítulos que faltan para terminar el primer libro - dijo Dumbledore y al ver que todos estaban de acuerdo se dirigió a las cocinas en lo que Neville pedía el comedor a la sala de menesteres.
……………
Una vez que todos se acomodaron es sus lugares Arthur tomo el libro y comenzó a leer - el capítulo se llama Elbosqueprohibido - dijo demasiado rápido, pero todos le entendieron.
- Y se puede saber que andaban haciendo en el bosque niños - les cuestionaba Molly mientras que junto con Lily miraban mal a sus hijos, Ron tenía miedo de su mamá a pesar de que era muy joven al igual que Harry. Hermione estaba medio tranquila de que su mamá no estuviera en la lectura.
- Creo que no es por lo que creen - decía James recibiendo malas miradas de ambas pelirrojas *para que abrí la boca* pensaba el azabache.
Arthur para ayudar a su futuro consuegro empezó la lectura…
Las cosas no podían haber salido peor.
- Como pudimos ser tan despistados Hermione, ya casi lo habíamos logrado - decía con pesar Harry.
- Nos dejamos llevar por la emoción, con el tiempo mejoramos - dijo la castaña, eso ultimo alerto a varios.
Filch los llevó al despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a esperar; sin decir una palabra. Hermione temblaba.
- Pobre, debiste estar muy angustiada- le decía Alice
- Era mi primer castigo, y aparte no se me ocurría nada para librarnos de esa - respondió la chica siendo abrazada por Ron.
- La única forma era decir la verdad, pero de todas formas McGonagall los castigará, así que ahórrenle el regaño a Hagrid - dijo Lunático Menor
Excusas, disculpas y locas historias cruzaban la mente de Harry, cada una más débil que la otra. No podía imaginar cómo se iban a librar del problema aquella vez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían haber sido tan estúpidos para olvidar la capa?
- Eso mismo nos preguntamos - dijeron los merodeadores junto con los dos pares de copias.
- Estaban tan emocionados por librarse del dragón que olvidaron todo lo demás, supongo que fue la emoción del momento - decía el Remus Mayor
No había razón en el mundo para que la profesora McGonagall aceptara que habían estado vagando durante la noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida, salvo para las clases.
- Es que esa torre se ocupa para otras cosas que los profesores consideran indecentes - decía Canuto como si eso le pareciera absurdo.
- Eso lo sabrás muy bien - le dijo Marlenne con tono según ella normal, pero era más bien celoso, sus amigas se reían de ella.
Si añadía a todo eso Norberto y la capa invisible, ya podían empezar a hacer las maletas.
- En teoría no hay forma de que sepa de Norberto ni de la capa - decía Bill - por lo que la profesora pensará que solo andan vagabundeando en los pasillos, lo que será mucho peor.
¿Harry pensaba que las cosas no podían estar peor? Estaba equivocado. Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba a Neville.
- Y tu que hacías en los pasillos hijo -
- Lo dirá el libro mamá - le respondía el chico
—¡Harry! —estalló Neville en cuanto los vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que iba a atraparte, dijo que tenías un drag...
- Oooooh, estabas intentando ponerlos sobre aviso - decía Frank
- Si, pero solo empeoré las cosas -
- La intención es lo que cuenta Nev - le dijo Hannah
Harry negó violentamente con la cabeza, para que Neville no hablara más, pero la profesora McGonagall lo vio. Lo miró como si echara fuego igual que Norberto y se irguió, amenazadora, sobre los tres.
James, Canuto, Sirius y los Weasley se pusieron a temblar con un poco de miedo, recordaban muy bien esa mirada de la profe Minnie. Esta sonrió orgullosa por el efecto que tenía en sus estudiantes.
—Nunca lo habría creído de ninguno de vosotros. El señor Filch dice que estabais en la torre de Astronomía. Es la una de la mañana. Quiero una explicación.
- Nunca lo hubieras creído de un hijo de James Minerva - le decía Flitwick
- Supongo que a esas alturas mi yo del futuro estaba convencida de que se parecía más a Lily -
Ésa fue la primera vez que Hermione no pudo contestar a una pregunta de un profesor. Miraba fijamente sus zapatillas, tan rígida como una estatua.
Varios le sonrieron a la chica. Ron sintió algo al recordar a Hermione petrificada.
—Creo que tengo idea de lo que sucedió —dijo la profesora McGonagall—. No hace falta ser un genio para descubrirlo…
- No sé porque siento que tu versión no va a ser muy acertada que digamos Minerva - dijo Augusta
- Yo también pienso lo mismo Augusta - admitió con un suspiro la profesora.
…Te inventaste una historia sobre un dragón para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he atrapado. Supongo que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la historia y también la creyera, ¿no?
- Y su versión no es ni remotamente parecida a la original Minnie - dijo Sirius, la profesora se sintió apenada por el estrepitoso error de su versión del futuro.
Harry captó la mirada de Neville y trató de decirle, sin palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía asombrado y herido. Pobre mete-patas Neville, Harry sabía lo que debía de haberle costado buscarlos en la oscuridad, para prevenirlos.
El trio de oro le sonrió a Neville agradecido.
—Estoy disgustada —dijo la profesora McGonagall—. Cuatro alumnos fuera de la cama en una noche. ¡Nunca he oído una cosa así!
- Escuchaste eso Cornamenta -
- Si Canuto, fue nuestro corazón… -
- Rompiéndose - exclamaron los dos con dramatismo ante la exasperación de todos.
- Tan rápido nos olvida profesora - le cuestionó Remus
- Supongo que en un futuro no creí conveniente decirle al joven Potter que su padre y sus amigos acostumbraban a pasear por las noches, eso lo hubiera alentado mas - dijo con seriedad.
…Tu, Hermione Granger, pensé que tenías más sentido común. Y tú, Harry Potter... Creía que Gryffindor significaba más para ti.
- Eso ha sido un golpe demasiado bajo - dijo Gideon
- Hasta a mí me dolió - decía Fabian
Los tres sufriréis castigos... Sí, tú también, Longbottom, nada te da derecho a dar vueltas por el colegio durante la noche, en especial en estos días: es muy peligroso y se os descontarán cincuenta puntos de Gryffindor.
- ¿Cincuenta? - se preguntaron varios
- Si, son cuatro alumnos de una misma casa paseando por los pasillos a la una de la mañana, es mas que justo - explicó Minnie
—¿Cincuenta? —resopló Harry. Iban a perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de quidditch.
Los Gryffindors presentes se golpearon la cara con la palma de su mano.
- Oh no… Cornamenta dime que tu pequeño Bambi no acaba de replicar a Minnie… -
- Si Canuto, lo ha hecho - decía con pesar el azabache
- Hijo no puedes ir por el mundo replicándole a McGonagall, eso solo lo empeorara - le decía James con un tono como si estuviera enseñándole la mas valiosa lección. Harry siguiéndole el juego le dijo “Si papá” en un tono tan solemne. Minnie estaba a punto de desaparecerles la boca a James y a Canuto.
—Cincuenta puntos cada uno —dijo la profesora McGonagall, resoplando a través de su nariz puntiaguda.
- Eso no les va a gustar nada nada a tus leones Minerva - le dijo Flitwick
- Creo que estas siendo un poco dura - opinaba Sprout- McGonagall no dijo nada porque pensaba lo mismo.
—Profesora... por favor...
—Usted, usted no...
—No me digas lo que puedo o no puedo hacer, Harry Potter. Ahora, volved a la cama, todos. Nunca me he sentido tan avergonzada de alumnos de Gryffindor.
- Eso ya lo hemos escuchado antes - dijeron los gemelos Weasley y los merodeadores.
Ciento cincuenta puntos perdidos. Eso situaba a Gryffindor en el último lugar. En una noche, habían acabado con cualquier posibilidad de que Gryffindor ganara la copa de la casa. Harry sentía como si le retorcieran el estómago. ¿Cómo podrían arreglarlo?
- Siendo el consentido de Dumbledore - le dijo en el oído Draco a Astoria
- Era lo justo, mas aun si tomas en cuenta los puntos que Snape nunca les da a las demás casas - y ante eso Draco ya no tuvo replica.
Harry no durmió aquella noche. Podía oír el llanto de Neville, que duró horas.
- Sabia que nos comerían vivos al amanecer - dijo el mencionado con una sonrisa
No se le ocurría nada que decir para consolarlo. Sabía que Neville, como él mismo, tenía miedo de que amaneciera. ¿Qué sucedería cuando el resto de los de Gryffindor descubrieran lo que ellos habían hecho?
Fred, George, Percy y Hannah se hundieron en sus asientos, los pelirrojos recordando que no les dirigían la palabra y la rubia porque a pesar de ser de Hufflepuff, también les había reprochado en los pasillos.
Al principio, los Gryffindors que pasaban por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la casa, pensaron que había un error. ¿Cómo iban a tener, súbitamente, ciento cincuenta puntos menos que el día anterior?
- Pobres, tan emocionados que estaban - dijo Hannah
 Y luego, se propagó la historia. Harry Potter; el famoso Harry Potter, el héroe de dos partidos de quidditch, les había hecho perder todos esos puntos, él y otros dos estúpidos de primer año. De ser una de las personas más populares y admiradas del colegio, Harry súbitamente era el más detestado. Hasta los de Ravenclaw y Hufflepuff le giraban la cara, porque todos habían deseado ver a Slytherin perdiendo la copa.
- Es que en verdad no queríamos que Slytherin ganara - dijo Hannah mirando a los chicos con cara de disculpa.
 Por donde quiera que Harry pasara, lo señalaban con el dedo y no se molestaban en bajar la voz para insultarlo. Los de Slytherin, por su parte, lo aplaudían y lo vitoreaban, diciendo:
«¡Gracias, Potter; te debemos una!».
- Como siempre a costa de otros… estúpidas serpientes - dijo alguien
- ¿Qué dijiste cariño? - le pregunto Dorea a su esposo ante la mirada de diversión de su hijo.
- Nada, no dije nada - le respondió valientemente.
Sólo Ron lo apoyaba.
La sonrisa de todos los Weasley y de los Prewett era inmensa, orgullosos de la amistad del mas peque para con el pequeño Harry.
—Se olvidarán en unas semanas. Fred y George han perdido puntos muchas veces desde que están aquí y la gente los sigue apreciando.
Los mencionados hicieron una mueca - ciertamente Ron… - empezó Fred.
- Nunca hemos perdido tantísimos puntos en una sola noche - terminó su copia
- Es lo que yo le dije - les dijo MiniPotter.
—Pero nunca perdieron ciento cincuenta puntos de una vez, ¿verdad? —dijo Harry tristemente.
—Bueno... no —admitió Ron.
Los Gryffindors de la sala estaban de los nervios, aunque no lo demostraran.
Era un poco tarde para reparar los daños, pero Harry se juró que, de ahí en adelante, no se metería en cosas que no eran asunto suyo.
Los del futuro se permitieron sonreír un poco, eso nunca iba a ser posible.
Todo había sido por andar averiguando y espiando. Se sentía tan avergonzado que fue a ver a Wood y le ofreció su renuncia.
- ¡Pero con eso no vas a solucionar nada hijo de mis entrañas! - exclamaba James, varios estaban asombrados de la decisión tan drástica que quería tomar el azabache y otros estaban riéndose por lo que había dicho James.
- Obviamente Wood no lo va a permitir - dijo Percy
­ - Claro que no, y si lo hace le mando un dragón en navidad de regalo - decía Charlie
—¿Renunciar? —exclamó Wood—. ¿Qué ganaríamos con eso? ¿Cómo vamos a recuperar puntos si no podemos jugar al quidditch? Pero hasta el quidditch había perdido su atractivo. El resto del equipo no le hablaba durante el entrenamiento, y si tenían que hablar de él lo llamaban «el buscador».
- ¿Ustedes también? - cuestionaban los merodeadores a los gemelos. Estos bajaron la cabeza avergonzados, mas aun al ver las miradas de los leones de la sala.
­ - En defensa de los chicos, muchos pensaron que andábamos haciendo a la bobada en los pasillos por la madrugada, no podían saber los verdaderos motivos - defendía Herms a sus cuñados.
- Pudieron preguntar - decía Canuto en modo berrinche, muy normal en él.
- Harry no hubiera dicho los motivos Canuto, por lo que se ha leído es muy reservado, estoy seguro de que ni a Neville le aclaró las cosas… ¿o me equivoco? -
- No, no lo hizo - le respondió Neville a Remus, estuvo a punto de decirle profesor, pero se corrigió a tiempo antes de meter la pata. Pero eso no fue suficiente para Canuto y James que miraron a los gemelos con expresión de decepción y mirada de *mas les vale arreglarlo*
Hermione y Neville también sufrían. No pasaban tantos malos ratos como Harry porque no eran tan conocidos, pero nadie les hablaba. Hermione había dejado de llamar la atención en clase, y se quedaba con la cabeza baja, trabajando en silencio.
- Y así como piensas recuperar puntos niña - refunfuñaba Moody, los profesores estaban de acuerdo con el auror.
Harry casi estaba contento de que se aproximaran los exámenes. Las lecciones que tenía que repasar alejaban sus desgracias de su mente.  
- Y eso sonó taaaan dramático que hasta pensaría que eres hijo de Cornamenta - dijo Canuto recibiendo una mala mirada del nombrado.
- ¡Y con quien crees que me metí tarado! - le gritaba una muy sonrojada Lily amenazándolo con su varita.
- Era broma Lily, no te pongas así - se defendía MiniSirius al tiempo que un objeto no identificado lo golpeo en la cabeza.
- ¡No digas estupideces Black! - le gritaba James todo enojado.
Él, Ron y Hermione se quedaban juntos, trabajando hasta altas horas de la noche, tratando de recordar los ingredientes de complicadas pociones, aprendiendo de memoria hechizos y encantamientos y repitiendo las fechas de descubrimientos mágicos y rebeliones de los gnomos.
- Solo de escucharlo ya me estresé - dijo Tonks, la cual abrazaba a su lobito como si la vida dependiera de ello.
Y entonces, una semana antes de que empezaran los exámenes, las nuevas resoluciones de Harry de no interferir en nada que no le concerniera sufrieron una prueba inesperada.
Lily bufo resignada mientras James la abrazaba con sonrisita nerviosa.
Una tarde que salía solo de la biblioteca oyó que alguien gemía en un aula que estaba delante de él. Mientras se acercaba, oyó la voz de Quirrell.
La mayoria tomo eso como sospechoso.
—No... no... otra vez no, por favor...
Parecía que alguien lo estaba amenazando. Harry se acerco
- Ay Harry, porque no puedes ser como todos y solo dedicarte a estudiar -
- Porque soy hijo de James mamá, los problemas y la mala suerte me buscan -
- Definitivamente quiero a Oliver y a Alexis, este primero me salió defectuoso y no me apoya - le dijo James a Lily sonrojándola de camino. Harry miro indignado a su papá.
—Muy bien... muy bien. —Oyó que Quirrell sollozaba.
Al segundo siguiente, Quirrell salió apresuradamente del aula, enderezándose el turbante.
- Si Snape no sale de esa sala me la juego a que el que está detrás de todo esto es Quirrell - dijo Frank
- No creo, aparenta ser muy idiota -
- Tu lo has dicho MiniSirius, aparenta serlo y eso es muy favorable para que pase desapercibido - viéndolo desde ese punto de vista varios estuvieron de acuerdo.
Estaba pálido y parecía a punto de llorar. Desapareció de su vista y Harry pensó que ni siquiera lo había visto. Esperó hasta que dejaron de oírse los pasos de Quirrell y entonces inspeccionó el aula. Parecía vacía, pero la puerta del otro extremo estaba entreabierta.
Alastor aprobaba esa conducta y agradecía que el chico fuera precavido.
Harry estaba a mitad de camino, cuando recordó que se había prometido no meterse en lo que no le correspondía.
- Por lo menos lo intenté.
- Fueron las circunstancias colega, solo estuviste en el momento indicado en el lugar indicado -
- Ron, no lo animes - le regaño Hermione.
Al mismo tiempo, habría apostado doce Piedras Filosofales a que Snape acababa de salir del aula y, por lo que Harry había escuchado, Snape debería estar de mejor humor... Quirrell parecía haberse rendido finalmente.
- Lo hizo desde el principio - susurraba Ron
Harry regresó a la biblioteca, en donde Hermione estaba repasándole Astronomía a Ron. Harry les contó lo que había oído.
—¡Entonces Snape lo hizo! —dijo Ron—. Si Quirrell le dijo cómo romper su encantamiento anti-Fuerzas Oscuras...
—Pero todavía queda Fluffy —dijo Hermione.
- Yo nunca diría como burlar a ese perro - dijo con convicción el semigigante.
—Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante él sin preguntarle a Hagrid —dijo Ron, mirando a los miles de libros que los rodeaban—. Seguro que por aquí hay un libro que dice cómo burlar a un perro gigante de tres cabezas. ¿Qué vamos a hacer, Harry?
- Eso tiene lógica, si hay libros de cómo cuidar dragones - decía Luna
- Seguro Newt Scamander lo menciona en alguno de sus libros - le decía Neville a una Luna que lucía un poco nerviosa. Solo las chicas del futuro a excepción de Tonks entendieron el porqué.
La luz de la aventura brillaba otra vez en los ojos de Ron, pero Hermione respondió antes de que Harry lo hiciera.
Molly y Lily agradecían que hubiera alguien que calmara a esos dos.
—Ir a ver a Dumbledore. Eso es lo que debimos hacer hace tiempo. Si se nos ocurre algo a nosotros solos, con seguridad vamos a perder.
- Y mas si se le ocurre a Harry - se rio Ginny la cual recibió un piquete en las costillas de parte de su novio. Arthur siguió leyendo para que esos dos no se empezaran a dar cariñitos.
—¡Pero no tenemos pruebas! —exclamó Harry—. Quirrell está demasiado atemorizado para respaldarnos. Snape sólo tiene que decir que no sabía cómo entró el trol en Halloween y que él no estaba cerca del tercer piso en ese momento. ¿A quién pensáis que van a creer, a él o a nosotros? No es exactamente un secreto que lo detestamos.
- Corrección, se detestan mutuamente - dijo Charlie.
Dumbledore creerá que nos lo hemos inventado para hacer que lo echen. Filch no nos ayudaría, aunque su vida dependiera de ello, es demasiado amigo de Snape y, mientras más alumnos pueda echar, mejor para él. Y no olvidéis que se supone que no sabemos nada sobre la Piedra o Fluffy. Serían muchas explicaciones.
- Y Harry explotó, y esperen a ver como se pone en quinto año - dijo Ron
- Cuando le entra la inspiración, le entra y se pone a analizar todo de manera detallada - continuó Hermione - lastima que solo pase pocas veces - termino la castaña. Un *gracias Herms* se escuchó, solo Merlin sabe de quien.
Hermione pareció convencida, pero Ron no.
—Si investigamos sólo un poco...
—No —dijo Harry en tono terminante—: ya hemos investigado demasiado. Acercó un mapa de Júpiter a su mesa y comenzó a aprender los nombres de sus lunas.
- Y habló el jefe - murmuró Neville
- Apuestas… hagan sus apuestas… - dijo Fred
-… cinco galeones a que su determinación le dura menos de un capítulo - terminó George
- Yo creo que aguantará un poco más - dijo Sirius Mayor
- Yo creo que para el próximo capitulo - contradijo Remus Mayor
A la mañana siguiente, llegaron notas para Harry, Hermione y Neville, en la mesa del desayuno. Eran todas iguales.
- Seguramente dirán algo así como su castigo será a tal hora, el señor Filch los espera en tal lugar. Profesora McGonagall - dijo Edgar, varios lo miraron raro - ¿Qué? A mi también me castigaban de vez en cuando.
- Vuestro castigo tendrá lugar a las once de la noche. El señor Filch os espera en el vestíbulo de entrada. Prof M. McGonagall
- Lo que dije -
En medio del furor que sentía por los puntos perdidos, Harry había olvidado que todavía les quedaban los castigos.
- Su primer castigo como Merlin manda… estoy tan orgulloso - decía James limpiándose una falsa lagrima y valientemente ignorando la mirada *hoy dormirás en el sillón* de Lily
- No que había salido defectuoso - le recordó Charlus
- Creo que algo se puede hacer, no eres causa perdida - le respondió a su papá. Si, James dormiría en el sillon.
De alguna manera esperaba que Hermione se quejara por tener que perder una noche de estudio, pero la muchacha no dijo una palabra. Como Harry, sentía que se merecían lo que les tocara.
Hermione pensaba lo mismo.
- Me siento mal por ustedes chicos, si no estuviera de loco jugando a mama dragón - decía Hagrid con pesar
- No te preocupes Hagrid, de todas formas, tarde o temprano nos íbamos a meter en un problema - le consoló Harry ignorando la mirada matadora de Lily
A las once de aquella noche, se despidieron de Ron en la sala común
- El que es casi seguro que los espere, dormido, pero lo ara - dijo Charlie
y bajaron al vestíbulo de entrada con Neville. Filch ya estaba allí y también Malfoy. Harry también había olvidado que a Malfoy lo habían condenado a un castigo.
- ¿Condenado? - preguntaba en tono burlón Draco - mira que eres dramático.
—Seguidme —dijo Filch, encendiendo un farol y conduciéndolos hacia fuera—. Seguro que os lo pensaréis dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo, mirándolos con aire burlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si queréis mi opinión... es una lástima que hayan abandonado los viejos castigos... colgaros de las muñecas, del techo, unos pocos días.
- Esos castigos nunca se implementaron en el colegio - decía McGonagall enfadada, lo mismo opinaban los demás profesores.
Yo todavía tengo las cadenas en mi oficina, las mantengo engrasadas por si alguna vez se necesitan...
- Como si Albus fuera a permitir tales castigos - refunfuñaba Dorea con MiniHarry en brazos el cual estaba dormidito todo chiqui en los brazos de su abuela.
Marcharon cruzando el oscuro parque. Neville comenzó a respirar con dificultad. Harry se preguntó cuál sería el castigo que les esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible, o Filch no estaría tan contento.
- Profesora McGonagall, no cree que es un poco extremista mandar a unos alumnos de primero al bosque prohibido - le cuestionaba Narcissa
- Pues ahora lo creo, pero supongo que en el futuro no lo consideré - respondía una McGonagall que se preguntaba a sí misma en que estaba pensando cuando les mandó ese castigo.
 La luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándolos en la oscuridad. Delante, Harry pudo ver las ventanas iluminadas de la cabaña de Hagrid. Entonces oyeron un grito lejano.
—¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero empezar de una vez.
El corazón de Harry se animó: si iban a estar con Hagrid, no podía ser tan malo.
Los que estaban preocupados por los niños suspiraron de alivio, si estaban con Hagrid no correrían tanto peligro, eso pensaban. Hagrid se ruborizó al ver la confianza que le tenían a pesar de sus meteduras de pata.
Su alivio debió aparecer en su cara, porque Filch dijo:
—Supongo que crees que vas a divertirte con ese papanatas, ¿no? Bueno, piénsalo mejor, muchacho... es al bosque adonde iréis y mucho me habré equivocado si volvéis todos enteros.
- Yo también pienso que es demasiado, solo tienen 11 años - decía una preocupada chica castaña de ojos verdes.
- ¿Te preocupas por mi Tory? -
- No amorcito… estoy preocupada por Potter, Grenger y Longbottom, a ti te puede caer un rayo - le respondió con evidente sarcasmo sacando risas por toda la sala.
Al oír aquello, Neville dejó escapar un gemido y Malfoy se detuvo de golpe.
—¿El bosque? —repitió, y no parecía tan indiferente como de costumbre—. Hay toda clase de cosas allí... dicen que hay hombres lobo.
Remus y Lunático se removieron incomodos en sus lugares, Tonks tomó la mano de ambos en señal de apoyo. A Lunático le gusto la sensación.
Neville se aferró de la manga de la túnica de Harry y dejó escapar un ruido ahogado.
- Creo que tenias un poco de miedo Nev - le dijo Hannah
- Si, solo un poco.
—Eso es problema vuestro, ¿no? —dijo Filch, con voz radiante—. Tendríais que haber pensado en los hombres lobo antes de meteros en líos.
*Viejo bobo* susurraban los que apreciaban a Remus.
Hagrid se acercó hacia ellos, con Fang pegado a los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda.
—Menos mal —dijo—. Estoy esperando hace media hora. ¿Todo bien, Harry, Hermione?
—Yo no sería tan amistoso con ellos, Hagrid —dijo con frialdad Filch—. Después de todo, están aquí por un castigo.
- El que estén allí por un castigo no quiere decir que deba tratarlos de mala manera - decía Marlenne
- Mar es Filch, el nunca podrá ser agradable - le recordó Dorcas
—Por eso llegáis tarde, ¿no? —dijo Hagrid, mirando con rostro ceñudo a Filch—. ¿Has estado dándoles sermones? Eso no es lo que tienes que hacer. A partir de ahora, me hago cargo yo.
- Bien dicho Hagrid - le aplaudían algunos, y por algunos me refiero a los bromistas presentes, Lucius rodaba los ojos exasperado.
—Volveré al amanecer —dijo Filch— para recoger lo que quede de ellos — añadió con malignidad. Se dio la vuelta y se encaminó hacia el castillo, agitando el farol en la oscuridad.
Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid.
—No iré a ese bosque —dijo, y Harry tuvo el gusto de notar miedo en su voz.
- Te recuerdo que pertenezco a una casa donde se valora la astucia mas no la valentía, y era lo suficientemente astuto como para no querer internarme en ese bosque.
- Admito que también estaba aterrado, pero en ese momento el que tu lo estuvieras me agradó.
—Lo harás, si quieres quedarte en Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis algo mal y ahora lo vais a pagar.
- Exacto hurón, así que te callas - le dijo Canuto quien muy maduramente señalaba al libro.
—Pero eso es para los empleados, no para los alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas líneas, o algo así. Si mi padre supiera que hago esto, él...
- Así es como se hace en el colegio Draco - le dijo su padre ya muy fastidiado, los que estuvieron en el castigo sonrieron imperceptiblemente, incluso Draco.
—Te dirá que es así como se hace en Hogwarts — gruñó Hagrid
A Lucius no le gusto haber dicho o mismo que el semigigante.
—¡Escribir unas líneas! ¿Y a quién le serviría eso? Haréis algo que sea útil, o si no os iréis. Si crees que tu padre prefiere que te expulsen, entonces vuelve al castillo y coge tus cosas. ¡Vete!
- ¡Así se habla Hagrid! - le festejaron algunos.
Malfoy no se movió. Miró con ira a Hagrid, pero luego bajó la mirada.
­- Como escucharon, él me hubiera dicho lo mismo - dijo Draco intentando aguantar la risa. Porque Draco podía tenerle miedo a su padre, pero en el futuro, a uno que tiene solo unos cuantos años más, por supuesto que no.
—Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad con cuidado, porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero que ninguno se arriesgue. Seguidme por aquí, un momento.
- Si es peligroso, porque los mandaron allí en primer lugar - preguntaba Andrómeda a nadie en específico.
- Es una pregunta de la que nunca obtuvimos respuesta - dijo Harry.
Los condujo hasta el límite del bosque. Levantando su farol, señaló hacia un estrecho sendero de tierra, que desaparecía entre los espesos árboles negros.
—Mirad allí —dijo Hagrid—. ¿Veis eso que brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio. Hay por aquí un unicornio que ha sido herido por alguien. Es la segunda vez en una semana. Encontré uno muerto el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo.
- Como seria alguien capaz de hacer algo así - susurraba Alice siendo confortada por su esposo.
- Alguien con un alma monstruosa y desalmada - dijo Dorcas, el entendimiento llegó a todos en la sala.
- Voldemort - susurraron los miembros de la orden, los que apreciaban a los chicos que eran todos los que estaban leyendo se preocuparon demasiado. Draco miro disimuladamente a Harry, el cual asintió sutilmente con la cabeza, entonces el rubio trago saliva no pudiendo creer que a sus inocentes once años había estado tan cerca del Señor Tenebroso.
- La piedra filosofal en el colegio, una que es capaz de hacer inmortal a quien lo bebe y unicornios muertos, esta mas que claro que es el Señor Tenebroso el que está detrás de la piedra - dijo Snape para sorpresa y conmoción de la mayoria.
- Y si no eres tú el que está ayudándolo. ¿Quién más? - le cuestionó Lucius con tono mordaz, para el era evidente que Snape era un traidor.
- Quirrell, es Quirrell - aseguró Frank, aunque no miraba directamente a Lucius, más bien hablaba para la sala en general - aparte de Snape es el único que muestra actitud sospechosa. - En esta ocasión casi todos estuvieron de acuerdo con el auror.
—¿Y qué sucede si el que hirió al unicornio nos encuentra a nosotros primero? — dijo Malfoy, incapaz de ocultar el miedo de su voz.
- Eso es un pensamiento lógico - dijo Moody
- Podían huir mientras tú lo distraías - se burlaba Ron de Malfoy que susurro algo que sonó a *estúpida comadreja*
- ¿Qué no se supone que ustedes se llevan medianamente bien? - preguntaba Hestia a los chicos
- Es una relación amor/odio que tienen - le respondió Hermione - no pueden estar cinco minutos juntos sin estarse lanzando comentarios de ese tipo.
- No sé a quien me recuerda eso - dio Ginny mirando a Hermione que tenia su mano entrelazada con la de Ron, el cual estaba en pelea de miradas con Draco.
—No hay ningún ser en el bosque que os pueda herir si estáis conmigo o con Fang —dijo Hagrid—. Y seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo ayer por la noche, por lo menos.
- ¿¡Dividirse!? - decía Narcissa medio exaltada - son niños de once años, no pueden andar solos en el bosque, menos de noche y más aún si hay algo o alguien matando unicornios.
- Tranquilízate Narcissa, que no le ha pasado nada a nuestro hijo - sí, ese fue Lucius, el que intentaba que Cissy no se le fuera encima a Hagrid.
Era la primera vez que Lucius hablaba en un tono medianamente amable, cosa que sorprendió varios. Draco se preguntaba que era lo que pasaba por la mente de su padre.
—Yo quiero ir con Fang —dijo rápidamente Malfoy, mirando los largos colmillos del perro.
*Maldito perro cobarde* refunfuñaba Draco para la diversión de Astoria
—Muy bien, pero te informo de que es un cobarde —dijo Hagrid—. Entonces yo, Harry y Hermione iremos por un lado y Draco, Neville y Fang, por el otro.
- Hagrid, no sé en que estará pensando tu yo de futuro, pero creo que tiene la cabeza en otro lado - le dijo Edgar
- Esto no va a salir bien de ninguna manera - dijo la profesora Sprout que ni yo misma sé porque la traje.
- No va a salir nada bien - dijeron Hannah y Astoria al mismo tiempo, Draco miro mal a su novia mientras Nev abrazo fuertemente a la suya.
- Oh vamos, yo no estuve en ese curso, pero es bastante lógico que te aprovecharas de la, en ese momento, inseguridad de Neville - le explicó. Arthur siguió leyendo antes de que Draco dijera algo que hiciera molestar a su novia.
Si alguno encuentra al unicornio, debe enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora... está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos reuniremos todos... así que tened cuidado... en marcha.
- Vaya… por segunda vez me gusta el verde - dijo James
- ¿Segunda vez? - le cuestiono Dorea a su hijo - tu odias los colores de mi casa James - le reprochó.
- Pero los ojos de mi Lily son verdes - le respondió, aunque no miraba a su mamá, veía los ojos de su esposa, la cual estaba sonrojada por las ocurrencias de su marido. Snape sentía una daga en el corazón, pero se propuso a recuperar la amistad de Lily y dejarla ser feliz con Potter, tendría que decirle la verdad de porque estaba traicionando al Señor Oscuro.
Los merodeadores rodaron los ojos *ya lo perdimos* decían los dos Sirius
- Ehh papá… estoy a punto de entrar al bosque en el libro - le recordó Harry con una sonrisa, le encantaba esa faceta de su padre y no la que vio en los recuerdos de su profe favorito.
- Ah… si si, claro. Continua Arthur, ignórame -. *Eso iba a hacer* susurro señor Weasley.
El bosque estaba oscuro y silencioso. Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Harry, Hermione y Hagrid fueron hacia la izquierda y Malfoy, Neville y Fang se dirigieron a la derecha.
- Hay, esto no me gusta nada - decía Alice claramente preocupada, Narcisa estuvo de acuerdo con ella.
Anduvieron en silencio, con la vista clavada en el suelo. De vez en cuando, un rayo de luna a través de las ramas iluminaba una mancha de sangre azul plateada entre las hojas caídas. Harry vio que Hagrid parecía muy preocupado.
- Y como no estarlo, solo alguien tan vil y cruel como Quien tú sabes aria algo así, aunque dudo que mi yo del futuro deduzca que sea él.
—¿Podría ser un hombre lobo el que mata los unicornios? —preguntó Harry
Harry le sonrió a Remus y a Lunático.
—No son bastante rápidos —dijo Hagrid—. No es tan fácil cazar un unicornio, son criaturas poderosamente mágicas. Nunca había oído que hubieran hecho daño a ninguno.
Pasaron por un tocón con musgo. Harry podía oír el agua que corría: debía de haber un arroyo cerca. Todavía había manchas de sangre de unicornio en el serpenteante sendero.
- De verdad sorprende lo detallista que eres - le dijo Regulus interrumpiendo la lectura.
- Eso es bueno, mas te vale convertirte en auror - le sentencio Moody al chico de la cicatriz, el cual sonrió orgulloso.
—¿Estás bien, Hermione? —susurró Hagrid—. No te preocupes, no puede estar muy lejos si está tan malherido, y entonces podremos... ¡PONEOS DETRÁS DE ESE ÁRBOL! — Hagrid cogió a Harry y Hermione y los arrastró fuera del sendero, detrás de un grueso roble. Sacó una flecha, la puso en su ballesta y la levantó, lista para disparar.
- ¿¡Que ocurre!? - medio gritaron Lily, Molly, Alice y Narcisa mientras se abrazaban a sus esposos, los demás también se preocuparon. Dorcas estaba un poquito nerviosa y a Regulus le dieron ganas de ir a confortarla, lo mismo le paso a Canuto con cierta rubia de apellido McKinnon.
Los tres escucharon. Alguien se deslizaba sobre las hojas secas. Parecía como una capa que se arrastrara por el suelo. Hagrid miraba hacia el sendero oscuro, pero, después de unos pocos segundos, el sonido se alejó.
- Quien esté detrás de la piedra y matando a los unicornios esta en ese bosque - dijo Edgar
- Gracias por el dato tranquilizador Bones - le reprochó Hestia.
—Lo sabía —murmuró—. Aquí hay alguien que no debería estar.
—¿Un hombre lobo? —sugirió Harry.
—Eso no era un hombre lobo, ni tampoco un unicornio —dijo Hagrid con gesto sombrío—. Bien, seguidme, pero tened cuidado.
- Y Neville solo con el huroncito - suspiraba Hannah que como que olvidaba que su novio estaba allí con ella y que ya no tenía once sino diecinueve. A Frank, Alice y Augusta les gustaba mucho esa chica para su hijo/nieto. Astoria le tapo la boca a su novio para evitar que dijera alguna babosada.
Anduvieron más lentamente, atentos a cualquier ruido. De pronto, en un claro un poco más adelante, algo se movió visiblemente.
—¿Quién está ahí? —gritó Hagrid—. ¡Déjese ver... estoy armado!
- Ojalá sea el que está detrás de todo esto, eso querría decir que los otros dos están a salvo - decía Remus, Alice y Narcissa lo miraron agradecidas.
Y apareció en el claro... ¿era un hombre o un caballo? De la cintura para arriba, un hombre, con pelo y barba rojizos, pero por debajo, el cuerpo de pelaje zaino de un caballo, con una cola larga y rojiza. Harry y Hermione se quedaron boquiabiertos.
- Se criaron en el mundo muggle, y aunque supongo saben de la existencia de centauros, debe ser impresionante verlos en persona - los que eran nacidos muggles asintieron estando de acuerdo con la rubia.
- Son criaturas que solo existen en las historias para los muggles - secundo Hermione.
—Oh, eres tú, Ronan —dijo aliviado Hagrid—. ¿Cómo estás?
- Nosotras no estamos aliviadas - *susurraban Alice y Narcissa
Se acercó y estrechó la mano del centauro.
—Que tengas buenas noches, Hagrid —dijo Ronan. Tenía una voz profunda y acongojada—. ¿Ibas a dispararme?
*Siempre tan ariscos* pensaba Dumbledore.
—Nunca se es demasiado cuidadoso —dijo Hagrid, tocando su ballesta—. Hay alguien muy malvado, perdido en este bosque. Ah, éste es Harry Potter y ella es Hermione Granger. Ambos son alumnos del colegio. Y él es Ronan. Es un centauro.
- Se dieron cuenta Hagrid - dijeron Lily, Remus y Lunático al mismo tiempo, intentaban aparentar una tranquilidad que no tenían en ese momento.
—Nos hemos dado cuenta —dijo débilmente Hermione.
- Y si, el hijo de James necesita su Lunático - dijo Canuto Menor
- Y su Lily, en este caso su Ginny - se burló el mayor.
- ¡SIRIUS! - le gritó avergonzado el chico a su padrino.
—Buenas noches —los saludó Ronan—. ¿Estudiantes, no? ¿Y aprendéis mucho en el colegio?
—Eh...
—Un poquito —dijo con timidez Hermione.
- Que comedida Srta. Grenger - le dijo McGonagall que casi no hablaba porque intentaba entender que se le había metido en la cabeza al mandar a cuatro niños de primero al bosque prohibido.
- Estaba muy nerviosa - dijo la chica.
—Un poquito. Bueno, eso es algo. — Ronan suspiró. Torció la cabeza y miró hacia el cielo—. Esta noche
Regulus se detuvo frunciendo el ceño.
- ¿Qué pasa? - le pregunto Dorcas ganándole la pregunta a Sirius Mayor
- Nada, es que no es muy agradable lo que dice el centauro - respondió para seguir leyendo,
Ronan suspiró. Torció la cabeza y miró hacia el cielo—. Esta noche Marte está brillante.
- Ohhh… mierd* - exclamaron los mayores Black entendiendo la actitud del menor, los que habían estudiado bien Astronomía y Adivinación también entendieron, entre las cuales estaba Dorcas.
—Ajá —dijo Hagrid, lanzándole una mirada—. Escucha, me alegro de haberte encontrado, Ronan, porque hay un unicornio herido. ¿Has visto algo?
- Se va a ir por las ramas y no te dirá nada, mejor no pierdas el tiempo Hagrid - dijo Charlie
Ronan no respondió de inmediato. Se quedó con la mirada clavada en el cielo, sin pestañear, y suspiró otra vez.
Albus pensó que Hagrid se iba a desesperar fácilmente esa noche.
—Siempre los inocentes son las primeras víctimas —dijo—. Ha sido así durante los siglos pasados y lo es ahora.
Los del pasado, al ver la expresión de los del futuro entendieron que eso se había cumplido y prefirieron no preguntar nada, Sirius Mayor hizo una mueca, él no había sido tan inocente pero aun así fue víctima, también pensó en su hermano. James y Lunático notaron eso. Muy imperceptiblemente George le tomo la mano a su gemelo. - Nunca mas nos separaremos en una guerra, la primera vez me quedé sin oreja y la segunda… - le susurró incapaz de terminar lo último. Aunque fue en voz muy baja, sus tíos sentados a un lado de ellos lo escucharon y se temieron lo peor.
—Sí —dijo Hagrid—. Pero ¿has visto algo, Ronan? ¿Algo desacostumbrado?
—Marte brilla mucho esta noche —repitió Ronan, mientras Hagrid lo miraba con impaciencia—. Está inusualmente brillante.
Los que conocían el comportamiento de los centauros le sonrieron a Hagrid.
—Sí, claro, pero yo me refería a algo inusual que esté un poco más cerca de nosotros — dijo Hagrid —. Entonces ¿no has visto nada extraño?
Lo primero saco varias risas aligerando un poco la tensión.
Otra vez, Ronan se tomó su tiempo para contestar. Hasta que, finalmente, dijo:
—El bosque esconde muchos secretos.
- Si lo sabremos nosotros - dijo James, señalándose el mismo y a sus amigos, Remus se golpeo la cara y de esa forma James se di cuenta de su error.
- De que habla Sr. Potter, tengo entendido que el bosque esta prohibido para los alumnos. - le cuestionó Minerva - Espero que en estos libros no haya nada acerca de aventuras en el bosque de usted y sus amigos.
- Suerte que el libro es sobre mi hijo y no sobre mi - susurraba James, es que McGonagall aun le daba un poquito de miedo.
Para todos en la sala fue claro que los merodeadores no solo exploraron el castillo, si no que también el bosque.
Un movimiento en los árboles detrás de Ronan hizo que Hagrid levantara de nuevo su ballesta, pero era sólo un segundo centauro, de cabello y cuerpo negro y con aspecto más salvaje que Ronan.
—Hola, Bane —saludó Hagrid—. ¿Qué tal?
—Buenas noches, Hagrid, espero que estés bien.
—Sí, gracias. Mira, le estaba preguntando a Ronan si había visto algo extraño últimamente. Han herido a un unicornio. ¿Sabes algo sobre eso?
- Si también dice que Mirti brilli michi - arremedaba Canuto - me pinto el cabello de verde - termino de decir con frustración.
Bane se acercó a Ronan. Miró hacia el cielo.
—Esta noche Marte brilla mucho —dijo simplemente.
- No se diga más - dijo Marlene y antes de que Canuto se diera cuenta… - Crinus muto - conjuro la rubia señalando a Sirius con la varita, inmediatamente su cabello se puso verde. Sirius Mayor saco su varita para quitar el hechizo, pero una mirada de Marlenne lo hizo retractarse
- Ahhhhhh… maldita sea McKinnon ¿qué me hiciste? - decía desesperado el chico
- Creo Joven Black, que la Srta. McKinnon le realizo un perfecto hechizo de transformación, tanto que si estuviéramos en el colegio le daría 50 puntos a Gryffindor - explicó Minerva orgullosa de su alumna y disfrutándolo de lo lindo
- Solo te facilite el trabajo ChiquiSirius, nunca fuiste tan bueno con ese hechizo - se burlo Marlenne, la mayoria se reía a carcajada limpia, y algunos solo sonreían.
- Eso es cierto Canuto, tú eras más de encantamientos - le decía James entre risas mientras Flitwick asentía.
Arthur siguió leyendo al ver que nadie planeaba hacer el contra hechizo, no sin antes escuchar a Regulus decir *te queda bien el verde hermanito*.
—Eso dicen —dijo Hagrid de malhumor—. Bueno, si alguno ve algo, me avisáis, ¿de acuerdo? Bueno, nosotros nos vamos. —Nunca —dijo irritado Hagrid— tratéis de obtener una respuesta directa de un centauro. Son unos malditos astrólogos. No se interesan por nada más cercano que la luna.
- Buena explicación - dijo Ted
—¿Y hay muchos de ellos aquí? —preguntó Hermione.
—Oh, unos pocos más... Se mantienen apartados la mayor parte del tiempo, pero siempre aparecen si quiero hablar con ellos. Los centauros tienen una mente profunda... saben cosas... pero no dicen mucho.
- No dicen nada - refunfuñaba Hagrid
—¿Crees que era un centauro el que oímos antes? —dijo Harry.
—¿Te pareció que era ruido de cascos? No, en mi opinión, eso era lo que está matando a los unicornios... Nunca he oído algo así.
- Completamente de acuerdo - dijo Frank
Pasaron a través de los árboles oscuros y tupidos. Harry seguía mirando por encima de su hombro, con nerviosismo. Tenía la desagradable sensación de que los vigilaban. Estaba muy contento de que Hagrid y su ballesta fueran con ellos.
Los de la sala se empezaron a preocupar por los otros dos.
Acababan de pasar una curva en el sendero cuando Hermione se aferró al brazo de Hagrid.
—¡Hagrid! ¡Mira! ¡Chispas rojas, los otros tienen problemas!
- ¿Qué paso? -  exclamaron Narcissa y Alice, McGonagall sentía que le daba algo.
- Fue un placer ser tu novio Tori - le dijo Draco a su novia con cero dramatismos, la cual solo negó con la cabeza divertida.
- Ya lo verán - dijo Neville viendo el show de la dramaqueen… digo, de Draco y haciéndole una señal a Regulus para que siguiera leyendo.
—¡Vosotros esperad aquí! —gritó Hagrid—. ¡Quedaos en el sendero, volveré a buscaros!
- No debí dejarlos solos - murmuraba Hagrid son su típico tono. Lily, Dorea, Molly y McGonagall querían decirle algo al semigigante, pero se contuvieron.
Lo oyeron alejarse y se miraron uno al otro, muy asustados, hasta que ya no oyeron más que las hojas que se movían alrededor.
—¿Crees que les habrá pasado algo? —susurró Hermione.
—No me importará si le ha pasado algo a Malfoy, pero si le sucede algo a Neville... está aquí por nuestra culpa.
- Epa.! Que yo solito decidí salir a buscarlos - les dijo con una sonrisa.
- Aunque no estemos tranquilos de que este en el bosque por un castigo, Neville tiene razón, debe asumir sus responsabilidades - explicó Frank a los chicos
- Pero para ayudarnos -
- Aun así, fue mi decisión -
- Harry, no vas a hacer que Neville cambie de opinión - le dijo Luna
- Harry siempre se culpa y disculpa por todo, es su naturaleza - decía Ron, Harry lo miró indignado, aunque en el fondo sabía que era así.
Los minutos pasaban lentamente. Por fin, un ruido de pisadas crujientes les anunció el regreso de Hagrid. Malfoy, Neville y Fang estaban con él. Hagrid estaba furioso. Malfoy se había escondido detrás de Neville y, en broma, lo había cogido. Neville se aterró y envió las chispas.
- Draco que lo que están haciendo es serio, hay alguien matando unicornios y tú andas jugando - le reprendió Cissy
- Pero estaba castigado -
- Tu solito te buscaste el castigo, bien pudiste quedarte en las mazmorras, pero no lo hiciste - zanjo el tema la rubia.
*No me fue tan mal* le susurro Draco a su novia ignorando las miradas matadoras de los Longbottom.
—Vamos a necesitar mucha suerte para encontrar algo, después del alboroto que habéis hecho. Bueno, ahora voy a cambiar los grupos... Neville, tú te quedas conmigo y Hermione. Harry, tú vas con Fang y este idiota.
A pesar de su enojo Cissy miró mal a Hagrid, este no dijo nada, aunque pensaba lo mismo que su yo del futuro.
Lo siento —añadió en un susurro dirigiéndose a Harry— pero a él le va a costar mucho asustarte y tenemos que terminar con esto.
Así que Harry se internó en el corazón del bosque, con Malfoy y Fang.
- Así debieron estar divididos desde un principio - dijo Moody refunfuñando, sus ojos le brillaban, ya quedaban pocas paginas para terminar el primer libro.
Anduvieron cerca de media hora, internándose cada vez más profundamente, hasta que el sendero se volvió casi imposible de seguir, porque los árboles eran muy gruesos. Harry pensó que la sangre también parecía más espesa.
- Están por encontrarlo - dijo Dorcas
Había manchas en las raíces de los árboles, como si la pobre criatura se hubiera arrastrado en su dolor.
Hubo un estremecimiento por parte de los presentes, y se escuchó uno que otro *pobrecito* de las mujeres.
Harry pudo ver un claro, más adelante, a través de las enmarañadas ramas de un viejo roble.
—Mira... —murmuró, levantando un brazo para detener a Malfoy.
Algo de un blanco brillante relucía en la tierra. Se acercaron más.
- Ya lo encontraron - dijo Dorcas en tono sumamente triste.
Sí, era el unicornio y estaba muerto. Harry nunca había visto nada tan hermoso y tan triste. Sus largas patas delgadas estaban dobladas en ángulos extraños por su caída y su melena color blanco perla se desparramaba sobre las hojas oscuras.
- Que crueldad, matar a un ser tan puro e inocente… - sollozaba Hannah abrazaba a Neville, quien tenía del otro abrazaba a su amiga Luna que no estaba mejor emocionalmente hablando que su novia, Harry reconfortaba a Ginny, mientras Ron hacia lo mismo con Hermione y Draco con Astoria, Lily, Alice, Tonks, Narcissa y Molly estaban igual. Las profesoras y Marlenne se hacían las duras, pero en el fondo también sufrían por la pobre criatura, al igual que Dorcas y Hestia. Andrómeda, Augusta y Dorea no sollozaban, pero igual tenían una mueca triste.
- Bien lo dijo el centauro, los inocentes son las primeras victimas - hablo Dumbledore con su tono de voz calmada.
- Pego matag un unicognio es… - la rubia no terminó porque se le corto la voz, Bill la consoló.
Harry había dado un paso hacia el unicornio, cuando un sonido de algo que se deslizaba lo hizo congelarse en donde estaba. Un arbusto que estaba en el borde del claro se agitó... Entonces, de entre las sombras, una figura encapuchada se acercó gateando, como una bestia al acecho.
- Sabemos que el que quiere robar la piedra es Quirrell, y que la quiere para Voldemort probablemente, pero… ¿quién bebe la sangre del unicornio entonces? - se preguntaba Edgar en voz alta.
- Supongo que la respuesta no nos va a gustar nada - volvió a hablar Dumbledore que ya se hacia una idea de lo que había pasado.
Harry, Malfoy y Fang permanecieron paralizados. La figura encapuchada llegó hasta el unicornio, bajó la cabeza sobre la herida del animal y comenzó a beber su sangre.
—¡AAAAAAAAAAAAAH!
Malfoy dejó escapar un terrible grito y huyó... lo mismo que Fang.
- Y al final te quedaste solo… increíble - decía Charlus. *Váyase acostumbrando* pensaron los del futuro.
- Que cobarde - le reprochaba Canuto a Draco
- Acá el único Black valiente eres tú - defendió Regulus a su sobrino.
- Y en mi defensa no pensé que Potter fuera a ser tan idiota como para quedarse allí parado esperando que esa cosa la matara, creí que saldría corriendo detrás de mi - decía el huroncito.
La figura encapuchada levantó la cabeza y miró directamente a Harry. La sangre del unicornio le chorreaba por el pecho. Se puso de pie y se acercó rápidamente hacia él... Harry estaba paralizado de miedo.
- Tienes que salir corriendo Harry ¡Por Merlin! - exclamaba Sirius Mayor de lo más angustiado, mientras antes parecía haber rejuvenecido por la compañía de sus amigos, ahora parecía lo contrario, estaba pálido y con esa expresión de loco que tenía en tercer año.
Entonces, un dolor le perforó la cabeza, algo que nunca había sentido, como si la cicatriz estuviera incendiándose.
Eso confirmó la teoría de Dumbledore, esperaba que no fuera de la manera que él pensaba.
- Tiene que ser Voldemort - dijo Frank, su mente maquinaba muy rápido, - no sé cómo podría ser el, pero si esa cicatriz él te la hizo con la maldición asesina, no hay otra explicación.
- ¿Estás diciendo que su cicatriz le duele porque Voldemort está cerca? - cuestionaba Mini Remus, eso a Lily no le gusto nada. 
Casi sin poder ver, retrocedió. Oyó cascos galopando a sus espaldas, y algo saltó limpiamente y atacó a la figura.
Un suspiro de relajación se escucho por toda la sala.
El dolor de cabeza era tan fuerte que Harry cayó de rodillas. Pasaron unos minutos antes de que se calmara.
Harry agradecía a Merlin el que ya no le doliera la cicatriz, no recordaba lo intenso que era.
- Valla, a nosotros nos dijiste “me dolió un poco la cicatriz cuando esa cosa encapuchada se nos acercó” -
- Cierto, olvidaste mencionar que CASI TE VUELA LA CABEZA - le reclamaron Ron y Hermione al mismo tiempo. Esta última era la que había gritado y había sacado un libro de no se donde y lo usaba para pegarle en el brazo de forma desesperada. Arthur siguió leyendo para que la chica dejara de golpear a su futuro yerno
Cuando levantó la vista, la figura se había ido. Un centauro estaba ante él. No era ni Ronan ni Bane: éste parecía más joven, tenía cabello rubio muy claro, cuerpo pardo y cola blanca.
—¿Estás bien? —dijo el centauro, ayudándolo a ponerse de pie.
- Bueno, claramente se ve que este es más amable - dijo Marlenne
- Y apuesto - suspiraron Hannah y Ginny ganándose malas miradas de sus chicos.
Hermione las miraba burlonas hasta que Ron dijo - preferible suspirar por un centauro que por un idiota - causando que la chica se ruborizara al recordar esa época de loca enamorada de Lockhart.
Los del pasado no entendieron nada, por lo que el patriarca de los Weasley siguió leyendo.
—Sí... gracias... ¿qué ha sido eso?
El centauro no contestó. Tenía ojos asombrosamente azules, como pálidos zafiros.
Las mismas chicas volvieron a suspirar para diversión de los de la sala. Si, Neville y Harry sintieron celos de un centauro.
Observó a Harry con cuidado, fijando la mirada en la cicatriz que se veía amoratada en la frente de Harry.
—Tú eres el chico Potter —dijo—. Es mejor que regreses con Hagrid. El bosque no es seguro en esta época en especial para ti. ¿Puedes cabalgar? Así será más rápido... Mi nombre es Firenze —añadió, mientras bajaba sus patas delanteras, para que Harry pudiera montar en su lomo.
- ¡¡¿QUEEEEEEEE?!! - exclamaron la mayoria.
- Te dejo montarlo - le preguntaba/afirmaba Hagrid asombrado - lo conozco, se que no es como los demás miembros de su manada, pero al punto de dejarse montar, espero que los demás no lo vean.
- Si, es un centauro agradable que quería que saliera rápido del bosque, es algo… diferente - respondió Harry haciendo una mueca sabiendo lo que venía.
Del otro lado del claro llegó un súbito ruido de cascos al galope. Ronan y Bane aparecieron velozmente entre los árboles, resoplando y con los flancos sudados.
- Oh no - exclamo el guardabosques
- Eso no les gustará nada nada - dijo Dorcas
—¡Firenze! —rugió Bane—. ¿Qué estás haciendo? ¡Tienes un humano sobre el lomo! ¿No te da vergüenza? ¿Es que eres una mula ordinaria?
—¿Te das cuenta de quién es? —dijo Firenze—. Es el chico Potter. Mientras más rápido se vaya del bosque, mejor.
—¿Qué le has estado diciendo? —gruñó Bane—. Recuerda, Firenze, juramos no oponernos a los cielos. ¿No has leído en el movimiento de los planetas lo que sucederá?
- Ese tal Bane no me cae bien - murmuró Lily
- ¿Qué es lo que han visto en los cielos? - se preguntaban Gideon y Fabian que ya no estaban en modo bromista, sino más bien serios.
- No creo que sea algo bueno, donde consideran pertinente que un niño de once años enfrente a quien sea que estuviera debajo de la capucha - razonaba Hestia
Ronan dio una patada en el suelo con nerviosismo.
—Estoy seguro de que Firenze pensó que estaba obrando lo mejor posible —dijo, con voz sombría.
También Bane dio una patada, enfadado.
- Metete tus patadas por donde te quepan - dijeron los gemelos Weasley al unísono.
—¡Lo mejor posible! ¿Qué tiene eso que ver con nosotros? ¡Los centauros debemos ocuparnos de lo que está vaticinado! ¡No es asunto nuestro el andar como burros buscando humanos extraviados en nuestro bosque!
- No estaba extraviado… ¡ESTABA EN PELIGRO! - exclamaba Lily ya muy exaltada, esos centauros la estaban sacando de sus casillas.
De pronto, Firenze levantó las patas con furia y Harry tuvo que aferrarse para no caer.
—¿No has visto ese unicornio? —preguntó Firenze a Bane—. ¿No comprendes por qué lo mataron? ¿O los planetas no te han dejado saber ese secreto? Yo me lanzaré contra el que está al acecho en este bosque, con humanos sobre mi lomo si tengo que hacerlo.
- Cuando dijiste que era diferente no pensé que tanto Harry - le dijo Arthur
- Y que lo digas Arthur… los centauros deberían de ser mas como él - dijo Ted
- No puedo creer que haya dicho eso - decía Percy
- Eso te pasa por vivir en la biblioteca cuando ibas a Hogwarts - decía Charlie - yo lo conocí en tercero gracias a Hagrid y de verdad es un centauro con diferente forma de pensar, no me sorprende lo que dijo.
Y Firenze partió rápidamente, con Harry sujetándose lo mejor que podía, y dejó atrás a Ronan y Bane, que se internaron entre los árboles.
Harry no entendía lo sucedido.
—¿Por qué Bane está tan enfadado? —preguntó—. Y a propósito, ¿qué era esa cosa de la que me salvaste?
- Hubiera deseado que no te lo dijera - decía con pesar Hermione
Firenze redujo el paso y previno a Harry que tuviera la cabeza agachada, a causa de las ramas, pero no contestó. Siguieron andando entre los árboles y en silencio, durante tanto tiempo que Harry creyó que Firenze no volvería a hablarle. Sin embargo, cuando llegaron a un lugar particularmente tupido, Firenze se detuvo.
—Harry Potter, ¿sabes para qué se utiliza la sangre de unicornio?
- No lo sabrá, en pociones solo se ocupan los cuernos y el pelo de la cola - dijo Lily, Snape asentía de acuerdo con ella.
—No —dijo Harry, asombrado por la extraña pregunta—. En la clase de Pociones solamente utilizamos los cuernos y el pelo de la cola de unicornio.
- Y espero que nunca se use, aun no olvido la imagen de ese unicornio muerto, fue muy deprimente - dijo el chico de la cicatriz.
—Eso es porque matar un unicornio es algo monstruoso — dijo Firenze
- Es algo despiadado e inhumano - decía Dorcas que intentaba no llorar, casi todos estuvieron de acuerdo con ella.
—Sólo alguien que no tenga nada que perder y todo para ganar puede cometer semejante crimen. La sangre de unicornio te mantiene con vida, incluso si estás al borde de la muerte, pero a un precio terrible. Si uno mata algo puro e indefenso para salvarse a sí mismo, conseguirá media vida, una vida maldita, desde el momento en que la sangre toque sus labios.
- Bien megecido lo tiene quien es capaz de haceg algo así - dijo Fleur, las chicas estuvieron de acuerdo con ella.
Harry clavó la mirada en la nuca de Firenze, que parecía de plata a la luz de la luna.
Hannah y Ginny se miraron sin que nadie lo notara y volvieron a suspirar, ya lo hacían solo por fastidiar a sus chicos.
—Pero ¿quién estaría tan desesperado? —se preguntó en voz alta—. Si te van a maldecir para siempre, la muerte es mejor, ¿no?
- Me agrada que piense así Joven Potter - le dijo Dumbledore, papas, abuelos, tíos y padrinos del chico sonrieron orgullosos.
—Es así —dijo Firenze— a menos que lo único que necesites sea mantenerte vivo el tiempo suficiente para beber algo más, algo que te devuelva toda tu fuerza y poder, algo que haga que nunca mueras. ¿Harry Potter, sabes qué está escondido en el colegio en este preciso momento?
- Matar unicornios solo para sobrevivir hasta conseguir la piedra, Voldemort sí que está desesperado - dijo Charlus
—¡La Piedra Filosofal! ¡Por supuesto... el Elixir de Vida! Pero no entiendo quién...
—¿No puedes pensar en nadie que haya esperado muchos años para regresar al poder, que esté aferrado a la vida, esperando su oportunidad?
- Aferrado a la vida, es que no entiende que las causas buenas terminan ganando, nosotros tenemos algo que Voldemort nunca tendrá - dijo James
- ¿Y eso es? - preguntaba burlonamente Lucius
- Algo por que luchar - dijeron padre he hijo al mismo tiempo. Harry lo hizo viendo a Dumbledore que entendió de inmediato que eso se lo había dicho él.
Lucius sintió un fuerte agarre en su mano, era de Narcisa, que sabía bien que su esposo se negaba a traicionar a su señor, más por cobardía que por lealtad. Lucius supo que ese agarre significaba una cosa “tienes que pensar en tu familia”
Fue como si un puño de hierro cayera súbitamente sobre la cabeza de Harry. Por encima del ruido del follaje, le pareció oír una vez más lo que Hagrid le había dicho la noche en que se conocieron: «Algunos dicen que murió. En mi opinión, son tonterías. No creo que le quede lo suficiente de humano como para morir».
*Y pensar que inconscientemente tenía razón* les susurró Ron a sus amigos.
—¿Quieres decir —dijo con voz ronca Harry— que era Vol...?
—¡Harry! Harry, ¿estás bien?
Hermione corría hacia ellos por el sendero, con Hagrid resoplando detrás.
- No me había sentido tan angustiada en todo ese año - dijo la chica
- Imagina como estaba yo -
- ¿Durmiendo en la sala común? -
- Cállate Ginny -
—Estoy bien —dijo Harry, casi sin saber lo que contestaba—. El unicornio está muerto, Hagrid, está en ese claro de atrás.
—Aquí es donde te dejo —murmuró Firenze, mientras Hagrid corría a examinar al unicornio—. Ya estás a salvo.
- Aunque aun no haya hecho nada, a ese centauro ya le debo la vida de mi hijo - decía Lily y James estuvo de acuerdo con ella.
Harry se deslizó de su lomo.
—Buena suerte, Harry Potter —dijo Firenze—. Los planetas ya se han leído antes equivocadamente, hasta por centauros. Espero que ésta sea una de esas veces.
- Ya no me gustó como sonó eso - dijo Lily
Se volvió y se internó en lo más profundo del bosque, dejando a Harry temblando.
Ron se había quedado dormido en la oscuridad de la sala común, esperando a que volvieran.
Ginny miró burlona a su hermano.
- Obviamente - dijeron todos los hermanos Weasley
Cuando Harry lo sacudió para despertarlo, gritó algo sobre una falta en quidditch. Sin embargo, en unos segundos estaba con los ojos muy abiertos, mientras Harry les contaba, a él y a Hermione, lo que había sucedido en el bosque.
- Un relato que no le hace justica a todo lo que paso en realidad - dijo Ron
- Estaba muy nervioso -  se excusaba el chico
 Harry no podía sentarse. Se paseaba de un lado al otro, ante la chimenea. Todavía temblaba.
- Y no es para menos, con todo lo que viviste - le decía Sirius Mayor
—Snape quiere la piedra para Voldemort... y Voldemort está esperando en el bosque... ¡Y todo el tiempo pensábamos que Snape sólo quería ser rico!
- A Ron no le va a agradar que diga el nombre - dijo Bill
—¡Deja de decir el nombre! —dijo Ron, en un aterrorizado susurro, como si pensara que Voldemort pudiera oírlos. Harry no lo escuchó.
- Solo es un nombre MiniWeasley, no le temas -
- Tan valiente para unas cosas y para otras no - refunfuñaba Moody sonrojando a Ron
- Tenia once - se defendía.
- Pero tienes diecinueve y sigues igual - le dijo Luna como quien no quiere la cosa.
—Firenze me salvó, pero no debía haberlo hecho... Bane estaba furioso... Hablaba de interferir en lo que los planetas dicen que sucederá... Deben decir que Voldemort ha vuelto... Bane piensa que Firenze debió dejar que Voldemort me matara. Supongo que eso también está escrito en las estrellas.
- ¡No digas eso! - chillaban Lily y Dorea, Harry pensó que su madre y su abuela no llegarían con vida al séptimo libro, con suerte y soportarían el cuarto.
—¿Quieres dejar de repetir el nombre? —dijo Ron.
- ¡VOLDEMORT! - grito Ojo Loco como cuando grita “¡Alerta permanente!”
- ¡Alastor! - gritó McGonagall con una mano en el pecho porque se había asustado, más por el grito que por el nombre. Lo mismo paso con otros de la sala que fulminaban al auror con la mirada. Draco se estremeció al escuchar el nombre.
—Así que lo único que tengo que hacer es esperar que Snape robe la Piedra — continuó febrilmente Harry—. Entonces Voldemort podrá venir y terminar conmigo... Bueno, supongo que Bane estará contento.
- Que no te importe lo que un centauro como él diga Harry, tu vas a vivir muchos años - le dijo su mamá con cariño. Harry solo le sonrió.
- Por Merlin Harry, estas hablando de tu muerte, no lo digas tan a la ligera - le pedia Sirius Mayor
Hermione parecía muy asustada, pero tuvo una palabra de consuelo.
- Porque si no, no sería Hermione - dijeron los gemelos Weasley queriendo relajar los ánimos.
—Harry, todos dicen que Dumbledore es al único al que Quien-tú-sabes siempre ha temido. Con Dumbledore por aquí, Quien-tú-sabes no te tocará.
- Y con eso solo logre que se tranquilizara un poco - dijo la chica.
 De todos modos, ¿quién puede decir que los centauros tienen razón? A mí me parecen adivinos y la profesora McGonagall dice que ésa es una rama de la magia muy inexacta.
La mencionada vio con cariño a Hermione.
- Porque lo es, a no ser, que se trate de profecías, pero eso es otra cosa - dijo la profesora.
El cielo ya estaba claro cuando terminaron de hablar. Se fueron a la cama agotados, con las gargantas secas. Pero las sorpresas de aquella noche no habían terminado.
- Y ahora que… - suspiraba James
- Oh… eso te gustará papá, no es nada malo.
Cuando Harry abrió la cama encontró su capa invisible, cuidadosamente doblada. Tenía sujeta una nota:
Por las dudas.
- Bueno, por lo menos recuperaste la capa - le dijo James, que se veía tan cansado de ese capítulo
- Bien, ahora a leer el que sigue porque este capítulo ya terminó - informo Arthur.

- Yo leeré - dijo Ted quien con un hechizo levitatorio llevó el libro a sus manos - el capitulo se llama… 



Ya volví... tuve que leer todo el capítulo porque había puesto que Regulus leía... jajajaja Me di cuenta de que se escribe Narcisa y Marlene, con una sola S y N, no sé de dónde saque que se escribían con doble jaja.
Díganme que les pareció. Que opinan...
Quería preguntarles...
1) ¿En qué momento quieren que Snape hable con Lily y James? obviamente estos no van a ser amigos de la noche a la mañana, pero quiero que al menos hagan las paces.
2) ¿Quieren que los padres de Harry sepan de la profecía o hasta el 5to libro?
3) ¿Que quieren que pase con Regulus y Dorcas y con Canuto Menor con Marlene?
4) A quienes les interesa el RegulusxDorcas como a mí, ¿Quieren que les pase unos fics que me hicieron amarlos? 
Y tardé una semana porque este capítulo esta laaaaaargo, igual que el que viene así que pude que actualice el próximo lunes o martes.