Habían dejado la capa invisible en la torre.
- ¡¿QUÉ
HICISTE QUE?! - grito para sorpresa de todos, Lily - Hijo, tienes un artefacto
infalible y lo olvidas como si fuera cualquier cosa, se más cuidadoso si - le
reprendía.
- Pido leer el que sigue - dijo Arthur.
- Pienso que primero hay que comer para después leer los capítulos que faltan para terminar el primer libro - dijo
Dumbledore y al ver que todos estaban de acuerdo se dirigió a las cocinas en lo
que Neville pedía el comedor a la sala de menesteres.
……………
Una vez que todos se acomodaron es sus lugares
Arthur tomo el libro y comenzó a leer - el capítulo se llama Elbosqueprohibido
- dijo demasiado rápido, pero todos le entendieron.
- Y se puede saber que andaban haciendo en el bosque
niños - les cuestionaba Molly mientras que junto con Lily miraban mal a sus
hijos, Ron tenía miedo de su mamá a pesar de que era muy joven al igual que
Harry. Hermione estaba medio tranquila de que su mamá no estuviera en la
lectura.
- Creo que no es por lo que creen - decía James
recibiendo malas miradas de ambas pelirrojas *para que abrí la boca*
pensaba el azabache.
Arthur para ayudar a su futuro consuegro
empezó la lectura…
Las cosas no podían haber salido peor.
- Como
pudimos ser tan despistados Hermione, ya casi lo habíamos logrado - decía con
pesar Harry.
- Nos
dejamos llevar por la emoción, con el tiempo mejoramos - dijo la castaña, eso
ultimo alerto a varios.
Filch los llevó al despacho de la
profesora McGonagall, en el primer piso, donde se sentaron a esperar; sin decir
una palabra. Hermione temblaba.
- Pobre,
debiste estar muy angustiada- le decía Alice
- Era mi
primer castigo, y aparte no se me ocurría nada para librarnos de esa -
respondió la chica siendo abrazada por Ron.
- La única
forma era decir la verdad, pero de todas formas McGonagall los castigará, así
que ahórrenle el regaño a Hagrid - dijo Lunático Menor
Excusas, disculpas y locas historias
cruzaban la mente de Harry, cada una más débil que la otra. No podía imaginar
cómo se iban a librar del problema aquella vez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían
haber sido tan estúpidos para olvidar la capa?
- Eso
mismo nos preguntamos - dijeron los merodeadores junto con los dos pares de
copias.
- Estaban
tan emocionados por librarse del dragón que olvidaron todo lo demás, supongo
que fue la emoción del momento - decía el Remus Mayor
No había razón en el mundo para que la
profesora McGonagall aceptara que habían estado vagando durante la noche, para
no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida, salvo para
las clases.
- Es que
esa torre se ocupa para otras cosas que los profesores consideran indecentes -
decía Canuto como si eso le pareciera absurdo.
- Eso lo
sabrás muy bien - le dijo Marlenne con tono según ella normal, pero era más
bien celoso, sus amigas se reían de ella.
Si añadía a todo eso Norberto
y
la capa invisible, ya podían empezar a hacer las maletas.
- En
teoría no hay forma de que sepa de Norberto ni de la capa - decía Bill - por lo
que la profesora pensará que solo andan vagabundeando en los pasillos, lo que será
mucho peor.
¿Harry pensaba que las cosas no podían
estar peor? Estaba equivocado. Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba
a Neville.
- Y tu
que hacías en los pasillos hijo -
- Lo dirá
el libro mamá - le respondía el chico
—¡Harry! —estalló Neville en cuanto los
vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que
iba a atraparte, dijo que tenías un drag...
- Oooooh,
estabas intentando ponerlos sobre aviso - decía Frank
- Si,
pero solo empeoré las cosas -
- La
intención es lo que cuenta Nev - le dijo Hannah
Harry negó violentamente con la cabeza,
para que Neville no hablara más, pero la profesora McGonagall lo vio. Lo miró
como si echara fuego igual que Norberto y se irguió, amenazadora, sobre los tres.
James,
Canuto, Sirius y los Weasley se pusieron a temblar con un poco de miedo,
recordaban muy bien esa mirada de la profe Minnie. Esta sonrió orgullosa por el
efecto que tenía en sus estudiantes.
—Nunca lo habría creído de ninguno de
vosotros. El señor Filch dice que estabais en la torre de Astronomía. Es la una
de la mañana. Quiero una explicación.
- Nunca
lo hubieras creído de un hijo de James Minerva - le decía Flitwick
- Supongo
que a esas alturas mi yo del futuro estaba convencida de que se parecía más a
Lily -
Ésa fue la primera vez que Hermione no
pudo contestar a una pregunta de un profesor. Miraba fijamente sus zapatillas,
tan rígida como una estatua.
Varios le
sonrieron a la chica. Ron sintió algo al recordar a Hermione petrificada.
—Creo que tengo idea de lo que sucedió
—dijo la profesora McGonagall—. No hace falta ser un genio para descubrirlo…
- No sé
porque siento que tu versión no va a ser muy acertada que digamos Minerva -
dijo Augusta
- Yo también
pienso lo mismo Augusta - admitió con un suspiro la profesora.
…Te inventaste una historia sobre un
dragón para que Draco Malfoy saliera de la cama y se metiera en líos. Te he
atrapado. Supongo que te habrá parecido divertido que Longbottom oyera la
historia y también la creyera, ¿no?
- Y su
versión no es ni remotamente parecida a la original Minnie - dijo Sirius, la
profesora se sintió apenada por el estrepitoso error de su versión del futuro.
Harry captó la mirada de Neville y trató
de decirle, sin palabras, que aquello no era verdad, porque Neville parecía
asombrado y herido. Pobre mete-patas Neville, Harry sabía lo que debía de
haberle costado buscarlos en la oscuridad, para prevenirlos.
El trio
de oro le sonrió a Neville agradecido.
—Estoy disgustada —dijo la profesora
McGonagall—. Cuatro alumnos fuera de la cama en una noche. ¡Nunca he oído una
cosa así!
-
Escuchaste eso Cornamenta -
- Si
Canuto, fue nuestro corazón… -
- Rompiéndose
- exclamaron los dos con dramatismo ante la exasperación de todos.
- Tan
rápido nos olvida profesora - le cuestionó Remus
- Supongo
que en un futuro no creí conveniente decirle al joven Potter que su padre y sus
amigos acostumbraban a pasear por las noches, eso lo hubiera alentado mas -
dijo con seriedad.
…Tu, Hermione Granger, pensé que tenías
más sentido común. Y tú, Harry Potter... Creía que Gryffindor significaba más
para ti.
- Eso ha
sido un golpe demasiado bajo - dijo Gideon
- Hasta a
mí me dolió - decía Fabian
Los tres sufriréis castigos... Sí, tú
también, Longbottom, nada te da derecho a dar vueltas por el colegio durante la
noche, en especial en estos días: es muy peligroso y se os descontarán
cincuenta puntos de Gryffindor.
-
¿Cincuenta? - se preguntaron varios
- Si, son
cuatro alumnos de una misma casa paseando por los pasillos a la una de la
mañana, es mas que justo - explicó Minnie
—¿Cincuenta? —resopló Harry. Iban a
perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de quidditch.
Los Gryffindors presentes se golpearon la cara con
la palma de su mano.
- Oh no… Cornamenta
dime que tu pequeño Bambi no acaba de replicar a Minnie… -
- Si
Canuto, lo ha hecho - decía con pesar el azabache
- Hijo no
puedes ir por el mundo replicándole a McGonagall, eso solo lo empeorara - le
decía James con un tono como si estuviera enseñándole la mas valiosa lección. Harry
siguiéndole el juego le dijo “Si papá” en un tono tan solemne. Minnie estaba a
punto de desaparecerles la boca a James y a Canuto.
—Cincuenta puntos cada uno —dijo la
profesora McGonagall, resoplando a través de su nariz puntiaguda.
- Eso no
les va a gustar nada nada a tus leones Minerva - le dijo Flitwick
- Creo
que estas siendo un poco dura - opinaba Sprout- McGonagall no dijo nada porque pensaba
lo mismo.
—Profesora... por favor...
—Usted, usted no...
—No me digas lo que puedo o no puedo
hacer, Harry Potter. Ahora, volved a la cama, todos. Nunca me he sentido tan
avergonzada de alumnos de Gryffindor.
- Eso ya
lo hemos escuchado antes - dijeron los gemelos Weasley y los merodeadores.
Ciento cincuenta puntos perdidos. Eso
situaba a Gryffindor en el último lugar. En una noche, habían acabado con
cualquier posibilidad de que Gryffindor ganara la copa de la casa. Harry sentía
como si le retorcieran el estómago. ¿Cómo podrían arreglarlo?
- Siendo
el consentido de Dumbledore - le dijo en el oído Draco a Astoria
- Era lo
justo, mas aun si tomas en cuenta los puntos que Snape nunca les da a las demás
casas - y ante eso Draco ya no tuvo replica.
Harry no durmió aquella noche. Podía oír
el llanto de Neville, que duró horas.
- Sabia
que nos comerían vivos al amanecer - dijo el mencionado con una sonrisa
No se le ocurría nada que decir para
consolarlo. Sabía que Neville, como él mismo, tenía miedo de que amaneciera.
¿Qué sucedería cuando el resto de los de Gryffindor descubrieran lo que ellos
habían hecho?
Fred,
George, Percy y Hannah se hundieron en sus asientos, los pelirrojos recordando
que no les dirigían la palabra y la rubia porque a pesar de ser de Hufflepuff,
también les había reprochado en los pasillos.
Al principio, los Gryffindors que pasaban
por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la casa,
pensaron que había un error. ¿Cómo iban a tener, súbitamente, ciento cincuenta
puntos menos que el día anterior?
- Pobres,
tan emocionados que estaban - dijo Hannah
Y
luego, se propagó la historia. Harry Potter; el famoso Harry Potter, el héroe
de dos partidos de quidditch, les había hecho perder todos esos
puntos, él y otros dos estúpidos de primer año. De ser una de las personas más
populares y admiradas del colegio, Harry súbitamente era el más detestado.
Hasta los de Ravenclaw y Hufflepuff le giraban la cara, porque todos habían
deseado ver a Slytherin perdiendo la copa.
- Es que
en verdad no queríamos que Slytherin ganara - dijo Hannah mirando a los chicos
con cara de disculpa.
Por donde quiera que Harry pasara, lo
señalaban con el dedo y no se molestaban en bajar la voz para insultarlo. Los
de Slytherin, por su parte, lo aplaudían y lo vitoreaban, diciendo:
«¡Gracias, Potter; te debemos una!».
- Como
siempre a costa de otros… estúpidas serpientes - dijo alguien
- ¿Qué
dijiste cariño? - le pregunto Dorea a su esposo ante la mirada de diversión de
su hijo.
- Nada,
no dije nada - le respondió valientemente.
Sólo Ron lo apoyaba.
La sonrisa
de todos los Weasley y de los Prewett era inmensa, orgullosos de la amistad del
mas peque para con el pequeño Harry.
—Se olvidarán en unas semanas. Fred y
George han perdido puntos muchas veces desde que están aquí y la gente los
sigue apreciando.
Los
mencionados hicieron una mueca - ciertamente Ron… - empezó Fred.
- Nunca
hemos perdido tantísimos puntos en una sola noche - terminó su copia
- Es lo
que yo le dije - les dijo MiniPotter.
—Pero nunca perdieron ciento cincuenta
puntos de una vez, ¿verdad? —dijo Harry tristemente.
—Bueno... no —admitió Ron.
Los
Gryffindors de la sala estaban de los nervios, aunque no lo demostraran.
Era un poco tarde para reparar los daños,
pero Harry se juró que, de ahí en adelante, no se metería en cosas que no eran
asunto suyo.
Los del
futuro se permitieron sonreír un poco, eso nunca iba a ser posible.
Todo había sido por andar averiguando y
espiando. Se sentía tan avergonzado que fue a ver a Wood y le ofreció su
renuncia.
- ¡Pero
con eso no vas a solucionar nada hijo de mis entrañas! - exclamaba James,
varios estaban asombrados de la decisión tan drástica que quería tomar el
azabache y otros estaban riéndose por lo que había dicho James.
-
Obviamente Wood no lo va a permitir - dijo Percy
- Claro
que no, y si lo hace le mando un dragón en navidad de regalo - decía Charlie
—¿Renunciar? —exclamó Wood—. ¿Qué
ganaríamos con eso? ¿Cómo vamos a recuperar puntos si no podemos jugar al quidditch? Pero hasta el quidditch
había
perdido su atractivo. El resto del equipo no le hablaba durante el
entrenamiento, y si tenían que hablar de él lo llamaban «el buscador».
-
¿Ustedes también? - cuestionaban los merodeadores a los gemelos. Estos bajaron
la cabeza avergonzados, mas aun al ver las miradas de los leones de la sala.
- En
defensa de los chicos, muchos pensaron que andábamos haciendo a la bobada en
los pasillos por la madrugada, no podían saber los verdaderos motivos -
defendía Herms a sus cuñados.
-
Pudieron preguntar - decía Canuto en modo berrinche, muy normal en él.
- Harry
no hubiera dicho los motivos Canuto, por lo que se ha leído es muy reservado,
estoy seguro de que ni a Neville le aclaró las cosas… ¿o me equivoco? -
- No, no
lo hizo - le respondió Neville a Remus, estuvo a punto de decirle profesor,
pero se corrigió a tiempo antes de meter la pata. Pero eso no fue suficiente
para Canuto y James que miraron a los gemelos con expresión de decepción y
mirada de *mas les vale arreglarlo*
Hermione y Neville también sufrían. No
pasaban tantos malos ratos como Harry porque no eran tan conocidos, pero nadie
les hablaba. Hermione había dejado de llamar la atención en clase, y se quedaba
con la cabeza baja, trabajando en silencio.
- Y así
como piensas recuperar puntos niña - refunfuñaba Moody, los profesores estaban
de acuerdo con el auror.
Harry casi estaba contento de que se
aproximaran los exámenes. Las lecciones que tenía que repasar alejaban sus
desgracias de su mente.
- Y eso sonó
taaaan dramático que hasta pensaría que eres hijo de Cornamenta - dijo Canuto
recibiendo una mala mirada del nombrado.
- ¡Y con
quien crees que me metí tarado! - le gritaba una muy sonrojada Lily
amenazándolo con su varita.
- Era
broma Lily, no te pongas así - se defendía MiniSirius al tiempo que un objeto
no identificado lo golpeo en la cabeza.
- ¡No
digas estupideces Black! - le gritaba James todo enojado.
Él, Ron y Hermione se quedaban juntos,
trabajando hasta altas horas de la noche, tratando de recordar los ingredientes
de complicadas pociones, aprendiendo de memoria hechizos y encantamientos y
repitiendo las fechas de descubrimientos mágicos y rebeliones de los gnomos.
- Solo de
escucharlo ya me estresé - dijo Tonks, la cual abrazaba a su lobito como si la
vida dependiera de ello.
Y entonces, una semana antes de que
empezaran los exámenes, las nuevas resoluciones de Harry de no interferir en
nada que no le concerniera sufrieron una prueba inesperada.
Lily bufo
resignada mientras James la abrazaba con sonrisita nerviosa.
Una tarde que salía solo de la biblioteca
oyó que alguien gemía en un aula que estaba delante de él. Mientras se
acercaba, oyó la voz de Quirrell.
La
mayoria tomo eso como sospechoso.
—No... no... otra vez no, por favor...
Parecía que alguien lo estaba amenazando.
Harry se acerco
- Ay Harry,
porque no puedes ser como todos y solo dedicarte a estudiar -
- Porque
soy hijo de James mamá, los problemas y la mala suerte me buscan -
-
Definitivamente quiero a Oliver y a Alexis, este primero me salió defectuoso y
no me apoya - le dijo James a Lily sonrojándola de camino. Harry miro indignado
a su papá.
—Muy bien... muy bien. —Oyó que Quirrell
sollozaba.
Al segundo siguiente, Quirrell salió
apresuradamente del aula, enderezándose el turbante.
- Si
Snape no sale de esa sala me la juego a que el que está detrás de todo esto es
Quirrell - dijo Frank
- No
creo, aparenta ser muy idiota -
- Tu lo
has dicho MiniSirius, aparenta serlo y eso es muy favorable para que pase
desapercibido - viéndolo desde ese punto de vista varios estuvieron de acuerdo.
Estaba pálido y parecía a punto de
llorar. Desapareció de su vista y Harry pensó que ni siquiera lo había visto.
Esperó hasta que dejaron de oírse los pasos de Quirrell y entonces inspeccionó
el aula. Parecía vacía, pero la puerta del otro extremo estaba entreabierta.
Alastor
aprobaba esa conducta y agradecía que el chico fuera precavido.
Harry estaba a mitad de camino, cuando
recordó que se había prometido no meterse en lo que no le correspondía.
- Por lo
menos lo intenté.
- Fueron
las circunstancias colega, solo estuviste en el momento indicado en el lugar
indicado -
- Ron, no
lo animes - le regaño Hermione.
Al mismo tiempo, habría apostado doce
Piedras Filosofales a que Snape acababa de salir del aula y, por lo que Harry
había escuchado, Snape debería estar de mejor humor... Quirrell parecía haberse
rendido finalmente.
- Lo hizo
desde el principio - susurraba Ron
Harry regresó a la biblioteca, en donde
Hermione estaba repasándole Astronomía a Ron. Harry les contó lo que había
oído.
—¡Entonces Snape lo hizo! —dijo Ron—. Si
Quirrell le dijo cómo romper su encantamiento anti-Fuerzas Oscuras...
—Pero todavía queda Fluffy
—dijo
Hermione.
- Yo
nunca diría como burlar a ese perro - dijo con convicción el semigigante.
—Tal vez Snape descubrió cómo pasar ante
él sin preguntarle a Hagrid —dijo Ron, mirando a los miles de libros que los
rodeaban—. Seguro que por aquí hay un libro que dice cómo burlar a un perro
gigante de tres cabezas. ¿Qué vamos a hacer, Harry?
- Eso
tiene lógica, si hay libros de cómo cuidar dragones - decía Luna
- Seguro
Newt Scamander lo menciona en alguno de sus libros - le decía Neville a una
Luna que lucía un poco nerviosa. Solo las chicas del futuro a excepción de
Tonks entendieron el porqué.
La luz de la aventura brillaba otra vez
en los ojos de Ron, pero Hermione respondió antes de que Harry lo hiciera.
Molly y
Lily agradecían que hubiera alguien que calmara a esos dos.
—Ir a ver a Dumbledore. Eso es lo que
debimos hacer hace tiempo. Si se nos ocurre algo a nosotros solos, con
seguridad vamos a perder.
- Y mas
si se le ocurre a Harry - se rio Ginny la cual recibió un piquete en las
costillas de parte de su novio. Arthur siguió leyendo para que esos dos no se
empezaran a dar cariñitos.
—¡Pero no tenemos pruebas! —exclamó
Harry—. Quirrell está demasiado atemorizado para respaldarnos. Snape sólo tiene
que decir que no sabía cómo entró el trol en Halloween y que él no estaba cerca
del tercer piso en ese momento. ¿A quién pensáis que van a creer, a él o a
nosotros? No es exactamente un secreto que lo detestamos.
-
Corrección, se detestan mutuamente - dijo Charlie.
Dumbledore creerá que nos lo hemos
inventado para hacer que lo echen. Filch no nos ayudaría, aunque su vida
dependiera de ello, es demasiado amigo de Snape y, mientras más alumnos pueda
echar, mejor para él. Y no olvidéis que se supone que no sabemos nada sobre la
Piedra o Fluffy. Serían muchas explicaciones.
- Y Harry
explotó, y esperen a ver como se pone en quinto año - dijo Ron
- Cuando
le entra la inspiración, le entra y se pone a analizar todo de manera detallada
- continuó Hermione - lastima que solo pase pocas veces - termino la castaña.
Un *gracias Herms* se escuchó, solo Merlin sabe de quien.
Hermione pareció convencida, pero Ron no.
—Si investigamos sólo un poco...
—No —dijo Harry en tono terminante—: ya
hemos investigado demasiado. Acercó un mapa de Júpiter a su mesa y comenzó a
aprender los nombres de sus lunas.
- Y habló
el jefe - murmuró Neville
-
Apuestas… hagan sus apuestas… - dijo Fred
-… cinco
galeones a que su determinación le dura menos de un capítulo - terminó George
- Yo creo
que aguantará un poco más - dijo Sirius Mayor
- Yo creo
que para el próximo capitulo - contradijo Remus Mayor
A la mañana siguiente, llegaron notas para
Harry, Hermione y Neville, en la mesa del desayuno. Eran todas iguales.
- Seguramente
dirán algo así como su castigo será a tal hora, el señor Filch los espera en
tal lugar. Profesora McGonagall - dijo Edgar, varios lo miraron raro - ¿Qué? A mi
también me castigaban de vez en cuando.
- Vuestro castigo tendrá lugar a las once
de la noche. El señor Filch os espera en el vestíbulo de entrada. Prof M.
McGonagall
- Lo que
dije -
En medio del furor que sentía por los
puntos perdidos, Harry había olvidado que todavía les quedaban los castigos.
- Su
primer castigo como Merlin manda… estoy tan orgulloso - decía James limpiándose
una falsa lagrima y valientemente ignorando la mirada *hoy dormirás en el
sillón* de Lily
- No que había
salido defectuoso - le recordó Charlus
- Creo que
algo se puede hacer, no eres causa perdida - le respondió a su papá. Si, James dormiría
en el sillon.
De alguna manera esperaba que Hermione se
quejara por tener que perder una noche de estudio, pero la muchacha no dijo una
palabra. Como Harry, sentía que se merecían lo que les tocara.
Hermione
pensaba lo mismo.
- Me
siento mal por ustedes chicos, si no estuviera de loco jugando a mama dragón - decía
Hagrid con pesar
- No te
preocupes Hagrid, de todas formas, tarde o temprano nos íbamos a meter en un
problema - le consoló Harry ignorando la mirada matadora de Lily
A las once de aquella noche, se
despidieron de Ron en la sala común
- El que
es casi seguro que los espere, dormido, pero lo ara - dijo Charlie
y bajaron al vestíbulo de entrada con
Neville. Filch ya estaba allí y también Malfoy. Harry también había olvidado
que a Malfoy lo habían condenado a un castigo.
-
¿Condenado? - preguntaba en tono burlón Draco - mira que eres dramático.
—Seguidme —dijo Filch, encendiendo un
farol y conduciéndolos hacia fuera—. Seguro que os lo pensaréis dos veces antes
de faltar a otra regla de la escuela, ¿verdad? —dijo, mirándolos con aire
burlón—. Oh, sí... trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si queréis mi
opinión... es una lástima que hayan abandonado los viejos castigos... colgaros
de las muñecas, del techo, unos pocos días.
- Esos
castigos nunca se implementaron en el colegio - decía McGonagall enfadada, lo
mismo opinaban los demás profesores.
Yo todavía tengo las cadenas en mi
oficina, las mantengo engrasadas por si alguna vez se necesitan...
- Como si
Albus fuera a permitir tales castigos - refunfuñaba Dorea con MiniHarry en
brazos el cual estaba dormidito todo chiqui en los brazos de su abuela.
Marcharon cruzando el oscuro parque.
Neville comenzó a respirar con dificultad. Harry se preguntó cuál sería el
castigo que les esperaba. Debía de ser algo verdaderamente horrible, o Filch no
estaría tan contento.
-
Profesora McGonagall, no cree que es un poco extremista mandar a unos alumnos
de primero al bosque prohibido - le cuestionaba Narcissa
- Pues
ahora lo creo, pero supongo que en el futuro no lo consideré - respondía una
McGonagall que se preguntaba a sí misma en que estaba pensando cuando les mandó
ese castigo.
La
luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándolos en la oscuridad. Delante, Harry
pudo ver las ventanas iluminadas de la cabaña de Hagrid. Entonces oyeron un grito
lejano.
—¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero
empezar de una vez.
El corazón de Harry se animó: si iban a
estar con Hagrid, no podía ser tan malo.
Los que
estaban preocupados por los niños suspiraron de alivio, si estaban con Hagrid
no correrían tanto peligro, eso pensaban. Hagrid se ruborizó al ver la
confianza que le tenían a pesar de sus meteduras de pata.
Su alivio debió aparecer en su cara,
porque Filch dijo:
—Supongo que crees que vas a divertirte
con ese papanatas, ¿no? Bueno, piénsalo mejor, muchacho... es al bosque adonde
iréis y mucho me habré equivocado si volvéis todos enteros.
- Yo también
pienso que es demasiado, solo tienen 11 años - decía una preocupada chica castaña
de ojos verdes.
- ¿Te
preocupas por mi Tory? -
- No
amorcito… estoy preocupada por Potter, Grenger y Longbottom, a ti te puede caer
un rayo - le respondió con evidente sarcasmo sacando risas por toda la sala.
Al oír aquello, Neville dejó escapar un
gemido y Malfoy se detuvo de golpe.
—¿El bosque? —repitió, y no parecía tan
indiferente como de costumbre—. Hay toda clase de cosas allí... dicen que hay
hombres lobo.
Remus y
Lunático se removieron incomodos en sus lugares, Tonks tomó la mano de ambos en
señal de apoyo. A Lunático le gusto la sensación.
Neville se aferró de la manga de la
túnica de Harry y dejó escapar un ruido ahogado.
- Creo
que tenias un poco de miedo Nev - le dijo Hannah
- Si,
solo un poco.
—Eso es problema vuestro, ¿no? —dijo
Filch, con voz radiante—. Tendríais que haber pensado en los hombres lobo antes
de meteros en líos.
*Viejo
bobo* susurraban los que apreciaban a Remus.
Hagrid se acercó hacia ellos, con Fang
pegado
a los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda.
—Menos mal —dijo—. Estoy esperando hace
media hora. ¿Todo bien, Harry, Hermione?
—Yo no sería tan amistoso con ellos,
Hagrid —dijo con frialdad Filch—. Después de todo, están aquí por un castigo.
- El que
estén allí por un castigo no quiere decir que deba tratarlos de mala manera -
decía Marlenne
- Mar es
Filch, el nunca podrá ser agradable - le recordó Dorcas
—Por eso llegáis tarde, ¿no? —dijo
Hagrid, mirando con rostro ceñudo a Filch—. ¿Has estado dándoles sermones? Eso
no es lo que tienes que hacer. A partir de ahora, me hago cargo yo.
- Bien
dicho Hagrid - le aplaudían algunos, y por algunos me refiero a los bromistas
presentes, Lucius rodaba los ojos exasperado.
—Volveré al amanecer —dijo Filch— para
recoger lo que quede de ellos — añadió con malignidad. Se dio la vuelta y se
encaminó hacia el castillo, agitando el farol en la oscuridad.
Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid.
—No iré a ese bosque —dijo, y Harry tuvo
el gusto de notar miedo en su voz.
- Te
recuerdo que pertenezco a una casa donde se valora la astucia mas no la
valentía, y era lo suficientemente astuto como para no querer internarme en ese
bosque.
- Admito
que también estaba aterrado, pero en ese momento el que tu lo estuvieras me
agradó.
—Lo harás, si quieres quedarte en
Hogwarts —dijo Hagrid con severidad—. Hicisteis algo mal y ahora lo vais a
pagar.
- Exacto
hurón, así que te callas - le dijo Canuto quien muy maduramente señalaba al libro.
—Pero eso es para los empleados, no para
los alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas líneas, o algo así. Si mi
padre supiera que hago esto, él...
- Así es
como se hace en el colegio Draco - le dijo su padre ya muy fastidiado, los que
estuvieron en el castigo sonrieron imperceptiblemente, incluso Draco.
—Te dirá que es así como se hace en Hogwarts
— gruñó Hagrid
A Lucius
no le gusto haber dicho o mismo que el semigigante.
—¡Escribir unas líneas! ¿Y a quién le
serviría eso? Haréis algo que sea útil, o si no os iréis. Si crees que tu padre
prefiere que te expulsen, entonces vuelve al castillo y coge tus cosas. ¡Vete!
- ¡Así se
habla Hagrid! - le festejaron algunos.
Malfoy no se movió. Miró con ira a
Hagrid, pero luego bajó la mirada.
- Como
escucharon, él me hubiera dicho lo mismo - dijo Draco intentando aguantar la
risa. Porque Draco podía tenerle miedo a su padre, pero en el futuro, a uno que
tiene solo unos cuantos años más, por supuesto que no.
—Bien, entonces —dijo Hagrid—. Escuchad
con cuidado, porque lo que vamos a hacer esta noche es peligroso y no quiero
que ninguno se arriesgue. Seguidme por aquí, un momento.
- Si es
peligroso, porque los mandaron allí en primer lugar - preguntaba Andrómeda a
nadie en específico.
- Es una
pregunta de la que nunca obtuvimos respuesta - dijo Harry.
Los condujo hasta el límite del bosque.
Levantando su farol, señaló hacia un estrecho sendero de tierra, que
desaparecía entre los espesos árboles negros.
—Mirad allí —dijo Hagrid—. ¿Veis eso que
brilla en la tierra? ¿Eso plateado? Es sangre de unicornio. Hay por aquí un
unicornio que ha sido herido por alguien. Es la segunda vez en una semana.
Encontré uno muerto el último miércoles. Vamos a tratar de encontrar a ese
pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que siga sufriendo.
- Como
seria alguien capaz de hacer algo así - susurraba Alice siendo confortada por
su esposo.
- Alguien
con un alma monstruosa y desalmada - dijo Dorcas, el entendimiento llegó a
todos en la sala.
-
Voldemort - susurraron los miembros de la orden, los que apreciaban a los
chicos que eran todos los que estaban leyendo se preocuparon demasiado. Draco
miro disimuladamente a Harry, el cual asintió sutilmente con la cabeza,
entonces el rubio trago saliva no pudiendo creer que a sus inocentes once años
había estado tan cerca del Señor Tenebroso.
- La
piedra filosofal en el colegio, una que es capaz de hacer inmortal a quien lo
bebe y unicornios muertos, esta mas que claro que es el Señor Tenebroso el que
está detrás de la piedra - dijo Snape para sorpresa y conmoción de la mayoria.
- Y si no
eres tú el que está ayudándolo. ¿Quién más? - le cuestionó Lucius con tono
mordaz, para el era evidente que Snape era un traidor.
- Quirrell,
es Quirrell - aseguró Frank, aunque no miraba directamente a Lucius, más bien hablaba
para la sala en general - aparte de Snape es el único que muestra actitud
sospechosa. - En esta ocasión casi todos estuvieron de acuerdo con el auror.
—¿Y qué sucede si el que hirió al
unicornio nos encuentra a nosotros primero? — dijo Malfoy, incapaz de ocultar
el miedo de su voz.
- Eso es
un pensamiento lógico - dijo Moody
- Podían
huir mientras tú lo distraías - se burlaba Ron de Malfoy que susurro algo que
sonó a *estúpida comadreja*
- ¿Qué no
se supone que ustedes se llevan medianamente bien? - preguntaba Hestia a los
chicos
- Es una
relación amor/odio que tienen - le respondió Hermione - no pueden estar cinco
minutos juntos sin estarse lanzando comentarios de ese tipo.
- No sé a
quien me recuerda eso - dio Ginny mirando a Hermione que tenia su mano
entrelazada con la de Ron, el cual estaba en pelea de miradas con Draco.
—No hay ningún ser en el bosque que os
pueda herir si estáis conmigo o con Fang —dijo Hagrid—. Y
seguid el sendero. Ahora vamos a dividirnos en dos equipos y seguiremos la
huella en distintas direcciones. Hay sangre por todo el lugar, debieron herirlo
ayer por la noche, por lo menos.
-
¿¡Dividirse!? - decía Narcissa medio exaltada - son niños de once años, no
pueden andar solos en el bosque, menos de noche y más aún si hay algo o alguien
matando unicornios.
-
Tranquilízate Narcissa, que no le ha pasado nada a nuestro hijo - sí, ese fue
Lucius, el que intentaba que Cissy no se le fuera encima a Hagrid.
Era la
primera vez que Lucius hablaba en un tono medianamente amable, cosa que sorprendió
varios. Draco se preguntaba que era lo que pasaba por la mente de su padre.
—Yo quiero ir con Fang
—dijo
rápidamente Malfoy, mirando los largos colmillos del perro.
*Maldito
perro cobarde* refunfuñaba Draco para la diversión de Astoria
—Muy bien, pero te informo de que es un
cobarde —dijo Hagrid—. Entonces yo, Harry y Hermione iremos por un lado y
Draco, Neville y Fang, por el otro.
- Hagrid,
no sé en que estará pensando tu yo de futuro, pero creo que tiene la cabeza en
otro lado - le dijo Edgar
- Esto no
va a salir bien de ninguna manera - dijo la profesora Sprout que ni yo misma sé
porque la traje.
- No va a
salir nada bien - dijeron Hannah y Astoria al mismo tiempo, Draco miro mal a su
novia mientras Nev abrazo fuertemente a la suya.
- Oh
vamos, yo no estuve en ese curso, pero es bastante lógico que te aprovecharas
de la, en ese momento, inseguridad de Neville - le explicó. Arthur siguió
leyendo antes de que Draco dijera algo que hiciera molestar a su novia.
Si alguno encuentra al unicornio, debe
enviar chispas verdes, ¿de acuerdo? Sacad vuestras varitas y practicad ahora...
está bien... Y si alguno tiene problemas, las chispas serán rojas y nos
reuniremos todos... así que tened cuidado... en marcha.
- Vaya…
por segunda vez me gusta el verde - dijo James
-
¿Segunda vez? - le cuestiono Dorea a su hijo - tu odias los colores de mi casa
James - le reprochó.
- Pero
los ojos de mi Lily son verdes - le respondió, aunque no miraba a su mamá, veía
los ojos de su esposa, la cual estaba sonrojada por las ocurrencias de su
marido. Snape sentía una daga en el corazón, pero se propuso a recuperar la
amistad de Lily y dejarla ser feliz con Potter, tendría que decirle la verdad
de porque estaba traicionando al Señor Oscuro.
Los
merodeadores rodaron los ojos *ya lo perdimos* decían los dos Sirius
- Ehh
papá… estoy a punto de entrar al bosque en el libro - le recordó Harry con una
sonrisa, le encantaba esa faceta de su padre y no la que vio en los recuerdos
de su profe favorito.
- Ah… si
si, claro. Continua Arthur, ignórame -. *Eso iba a hacer* susurro señor
Weasley.
El bosque estaba oscuro y silencioso.
Después de andar un poco, vieron que el sendero se bifurcaba. Harry, Hermione y
Hagrid fueron hacia la izquierda y Malfoy, Neville y Fang
se
dirigieron a la derecha.
- Hay,
esto no me gusta nada - decía Alice claramente preocupada, Narcisa estuvo de
acuerdo con ella.
Anduvieron en silencio, con la vista
clavada en el suelo. De vez en cuando, un rayo de luna a través de las ramas
iluminaba una mancha de sangre azul plateada entre las hojas caídas. Harry vio
que Hagrid parecía muy preocupado.
- Y como
no estarlo, solo alguien tan vil y cruel como Quien tú sabes aria algo así,
aunque dudo que mi yo del futuro deduzca que sea él.
—¿Podría ser un hombre lobo el que mata
los unicornios? —preguntó Harry
Harry le
sonrió a Remus y a Lunático.
—No son bastante rápidos —dijo Hagrid—.
No es tan fácil cazar un unicornio, son criaturas poderosamente mágicas. Nunca
había oído que hubieran hecho daño a ninguno.
Pasaron por un tocón con musgo. Harry
podía oír el agua que corría: debía de haber un arroyo cerca. Todavía había
manchas de sangre de unicornio en el serpenteante sendero.
- De
verdad sorprende lo detallista que eres - le dijo Regulus interrumpiendo la
lectura.
- Eso es
bueno, mas te vale convertirte en auror - le sentencio Moody al chico de la
cicatriz, el cual sonrió orgulloso.
—¿Estás bien, Hermione? —susurró Hagrid—.
No te preocupes, no puede estar muy lejos si está tan malherido, y entonces
podremos... ¡PONEOS DETRÁS DE ESE ÁRBOL! — Hagrid cogió a Harry y Hermione y
los arrastró fuera del sendero, detrás de un grueso roble. Sacó una flecha, la
puso en su ballesta y la levantó, lista para disparar.
- ¿¡Que
ocurre!? - medio gritaron Lily, Molly, Alice y Narcisa mientras se abrazaban a
sus esposos, los demás también se preocuparon. Dorcas estaba un poquito
nerviosa y a Regulus le dieron ganas de ir a confortarla, lo mismo le paso a
Canuto con cierta rubia de apellido McKinnon.
Los tres escucharon. Alguien se deslizaba
sobre las hojas secas. Parecía como una capa que se arrastrara por el suelo.
Hagrid miraba hacia el sendero oscuro, pero, después de unos pocos segundos, el
sonido se alejó.
- Quien
esté detrás de la piedra y matando a los unicornios esta en ese bosque - dijo
Edgar
- Gracias
por el dato tranquilizador Bones - le reprochó Hestia.
—Lo sabía —murmuró—. Aquí hay alguien que
no debería estar.
—¿Un hombre lobo? —sugirió Harry.
—Eso no era un hombre lobo, ni tampoco un
unicornio —dijo Hagrid con gesto sombrío—. Bien, seguidme, pero tened cuidado.
- Y Neville
solo con el huroncito - suspiraba Hannah que como que olvidaba que su novio
estaba allí con ella y que ya no tenía once sino diecinueve. A Frank, Alice y
Augusta les gustaba mucho esa chica para su hijo/nieto. Astoria le tapo la boca
a su novio para evitar que dijera alguna babosada.
Anduvieron más lentamente, atentos a
cualquier ruido. De pronto, en un claro un poco más adelante, algo se movió
visiblemente.
—¿Quién está ahí? —gritó Hagrid—. ¡Déjese
ver... estoy armado!
- Ojalá
sea el que está detrás de todo esto, eso querría decir que los otros dos están
a salvo - decía Remus, Alice y Narcissa lo miraron agradecidas.
Y apareció en el claro... ¿era un hombre
o un caballo? De la cintura para arriba, un hombre, con pelo y barba rojizos,
pero por debajo, el cuerpo de pelaje zaino de un caballo, con una cola larga y
rojiza. Harry y Hermione se quedaron boquiabiertos.
- Se
criaron en el mundo muggle, y aunque supongo saben de la existencia de
centauros, debe ser impresionante verlos en persona - los que eran nacidos
muggles asintieron estando de acuerdo con la rubia.
- Son
criaturas que solo existen en las historias para los muggles - secundo Hermione.
—Oh, eres tú, Ronan —dijo aliviado
Hagrid—. ¿Cómo estás?
-
Nosotras no estamos aliviadas - *susurraban Alice y Narcissa
Se acercó y estrechó la mano del
centauro.
—Que tengas buenas noches, Hagrid —dijo
Ronan. Tenía una voz profunda y acongojada—. ¿Ibas a dispararme?
*Siempre
tan ariscos* pensaba Dumbledore.
—Nunca se es demasiado cuidadoso —dijo
Hagrid, tocando su ballesta—. Hay alguien muy malvado, perdido en este bosque.
Ah, éste es Harry Potter y ella es Hermione Granger. Ambos son alumnos del
colegio. Y él es Ronan. Es un centauro.
- Se
dieron cuenta Hagrid - dijeron Lily, Remus y Lunático al mismo tiempo,
intentaban aparentar una tranquilidad que no tenían en ese momento.
—Nos hemos dado cuenta —dijo débilmente
Hermione.
- Y si,
el hijo de James necesita su Lunático - dijo Canuto Menor
- Y su
Lily, en este caso su Ginny - se burló el mayor.
-
¡SIRIUS! - le gritó avergonzado el chico a su padrino.
—Buenas noches —los saludó Ronan—.
¿Estudiantes, no? ¿Y aprendéis mucho en el colegio?
—Eh...
—Un poquito —dijo con timidez Hermione.
- Que
comedida Srta. Grenger - le dijo McGonagall que casi no hablaba porque
intentaba entender que se le había metido en la cabeza al mandar a cuatro niños
de primero al bosque prohibido.
- Estaba
muy nerviosa - dijo la chica.
—Un poquito. Bueno, eso es algo. — Ronan
suspiró. Torció la cabeza y miró hacia el cielo—. Esta noche
Regulus
se detuvo frunciendo el ceño.
- ¿Qué
pasa? - le pregunto Dorcas ganándole la pregunta a Sirius Mayor
- Nada,
es que no es muy agradable lo que dice el centauro - respondió para seguir
leyendo,
Ronan suspiró. Torció la cabeza y miró
hacia el cielo—. Esta noche Marte está brillante.
- Ohhh… mierd*
- exclamaron los mayores Black entendiendo la actitud del menor, los que habían
estudiado bien Astronomía y Adivinación también entendieron, entre las cuales
estaba Dorcas.
—Ajá —dijo Hagrid, lanzándole una
mirada—. Escucha, me alegro de haberte encontrado, Ronan, porque hay un
unicornio herido. ¿Has visto algo?
- Se va a
ir por las ramas y no te dirá nada, mejor no pierdas el tiempo Hagrid - dijo Charlie
Ronan no respondió de inmediato. Se quedó
con la mirada clavada en el cielo, sin pestañear, y suspiró otra vez.
Albus
pensó que Hagrid se iba a desesperar fácilmente esa noche.
—Siempre los inocentes son las primeras
víctimas —dijo—. Ha sido así durante los siglos pasados y lo es ahora.
Los del
pasado, al ver la expresión de los del futuro entendieron que eso se había
cumplido y prefirieron no preguntar nada, Sirius Mayor hizo una mueca, él no
había sido tan inocente pero aun así fue víctima, también pensó en su hermano. James
y Lunático notaron eso. Muy imperceptiblemente George le tomo la mano a su
gemelo. - Nunca mas nos separaremos en una guerra, la primera vez me quedé sin
oreja y la segunda… - le susurró incapaz de terminar lo último. Aunque fue en
voz muy baja, sus tíos sentados a un lado de ellos lo escucharon y se temieron
lo peor.
—Sí —dijo Hagrid—. Pero ¿has visto algo,
Ronan? ¿Algo desacostumbrado?
—Marte brilla mucho esta noche —repitió
Ronan, mientras Hagrid lo miraba con impaciencia—. Está inusualmente brillante.
Los que
conocían el comportamiento de los centauros le sonrieron a Hagrid.
—Sí, claro, pero yo me refería a algo
inusual que esté un poco más cerca de nosotros — dijo Hagrid —. Entonces ¿no
has visto nada extraño?
Lo
primero saco varias risas aligerando un poco la tensión.
Otra vez, Ronan se tomó su tiempo para
contestar. Hasta que, finalmente, dijo:
—El bosque esconde muchos secretos.
- Si lo
sabremos nosotros - dijo James, señalándose el mismo y a sus amigos, Remus se
golpeo la cara y de esa forma James se di cuenta de su error.
- De que
habla Sr. Potter, tengo entendido que el bosque esta prohibido para los
alumnos. - le cuestionó Minerva - Espero que en estos libros no haya nada
acerca de aventuras en el bosque de usted y sus amigos.
- Suerte
que el libro es sobre mi hijo y no sobre mi - susurraba James, es que
McGonagall aun le daba un poquito de miedo.
Para
todos en la sala fue claro que los merodeadores no solo exploraron el castillo,
si no que también el bosque.
Un movimiento en los árboles detrás de
Ronan hizo que Hagrid levantara de nuevo su ballesta, pero era sólo un segundo
centauro, de cabello y cuerpo negro y con aspecto más salvaje que Ronan.
—Hola, Bane —saludó Hagrid—. ¿Qué tal?
—Buenas noches, Hagrid, espero que estés
bien.
—Sí, gracias. Mira, le estaba preguntando
a Ronan si había visto algo extraño últimamente. Han herido a un unicornio.
¿Sabes algo sobre eso?
- Si
también dice que Mirti brilli michi - arremedaba Canuto - me pinto el cabello de
verde - termino de decir con frustración.
Bane se acercó a Ronan. Miró hacia el
cielo.
—Esta noche Marte brilla mucho —dijo
simplemente.
- No se
diga más - dijo Marlene y antes de que Canuto se diera cuenta… - Crinus muto - conjuro la rubia señalando
a Sirius con la varita, inmediatamente su cabello se puso verde. Sirius Mayor
saco su varita para quitar el hechizo, pero una mirada de Marlenne lo hizo
retractarse
-
Ahhhhhh… maldita sea McKinnon ¿qué me hiciste? - decía desesperado el chico
- Creo
Joven Black, que la Srta. McKinnon le realizo un perfecto hechizo de
transformación, tanto que si estuviéramos en el colegio le daría 50 puntos a
Gryffindor - explicó Minerva orgullosa de su alumna y disfrutándolo de lo lindo
- Solo te
facilite el trabajo ChiquiSirius, nunca fuiste tan bueno con ese hechizo - se
burlo Marlenne, la mayoria se reía a carcajada limpia, y algunos solo sonreían.
- Eso es
cierto Canuto, tú eras más de encantamientos - le decía James entre risas
mientras Flitwick asentía.
Arthur siguió
leyendo al ver que nadie planeaba hacer el contra hechizo, no sin antes
escuchar a Regulus decir *te queda bien el verde hermanito*.
—Eso dicen —dijo Hagrid de malhumor—.
Bueno, si alguno ve algo, me avisáis, ¿de acuerdo? Bueno, nosotros nos vamos. —Nunca
—dijo irritado Hagrid— tratéis de obtener una respuesta directa de un centauro.
Son unos malditos astrólogos. No se interesan por nada más cercano que la luna.
- Buena
explicación - dijo Ted
—¿Y hay muchos de ellos aquí? —preguntó
Hermione.
—Oh, unos pocos más... Se mantienen
apartados la mayor parte del tiempo, pero siempre aparecen si quiero hablar con
ellos. Los centauros tienen una mente profunda... saben cosas... pero no dicen
mucho.
- No
dicen nada - refunfuñaba Hagrid
—¿Crees que era un centauro el que oímos
antes? —dijo Harry.
—¿Te pareció que era ruido de cascos? No,
en mi opinión, eso era lo que está matando a los unicornios... Nunca he oído
algo así.
-
Completamente de acuerdo - dijo Frank
Pasaron a través de los árboles oscuros y
tupidos. Harry seguía mirando por encima de su hombro, con nerviosismo. Tenía
la desagradable sensación de que los vigilaban. Estaba muy contento de que
Hagrid y su ballesta fueran con ellos.
Los de la
sala se empezaron a preocupar por los otros dos.
Acababan de pasar una curva en el sendero
cuando Hermione se aferró al brazo de Hagrid.
—¡Hagrid! ¡Mira! ¡Chispas rojas, los
otros tienen problemas!
- ¿Qué
paso? - exclamaron Narcissa y Alice,
McGonagall sentía que le daba algo.
- Fue un placer
ser tu novio Tori - le dijo Draco a su novia con cero dramatismos, la cual solo
negó con la cabeza divertida.
- Ya lo
verán - dijo Neville viendo el show de la dramaqueen… digo, de Draco y
haciéndole una señal a Regulus para que siguiera leyendo.
—¡Vosotros esperad aquí! —gritó Hagrid—.
¡Quedaos en el sendero, volveré a buscaros!
- No debí
dejarlos solos - murmuraba Hagrid son su típico tono. Lily, Dorea, Molly y
McGonagall querían decirle algo al semigigante, pero se contuvieron.
Lo oyeron alejarse y se miraron uno al
otro, muy asustados, hasta que ya no oyeron más que las hojas que se movían
alrededor.
—¿Crees que les habrá pasado algo?
—susurró Hermione.
—No me importará si le ha pasado algo a
Malfoy, pero si le sucede algo a Neville... está aquí por nuestra culpa.
- Epa.!
Que yo solito decidí salir a buscarlos - les dijo con una sonrisa.
- Aunque
no estemos tranquilos de que este en el bosque por un castigo, Neville tiene
razón, debe asumir sus responsabilidades - explicó Frank a los chicos
- Pero
para ayudarnos -
- Aun
así, fue mi decisión -
- Harry,
no vas a hacer que Neville cambie de opinión - le dijo Luna
- Harry
siempre se culpa y disculpa por todo, es su naturaleza - decía Ron, Harry lo
miró indignado, aunque en el fondo sabía que era así.
Los minutos pasaban lentamente. Por fin,
un ruido de pisadas crujientes les anunció el regreso de Hagrid. Malfoy, Neville
y Fang
estaban
con él. Hagrid estaba furioso. Malfoy se había escondido detrás de Neville y,
en broma, lo había cogido. Neville se aterró y envió las chispas.
- Draco
que lo que están haciendo es serio, hay alguien matando unicornios y tú andas
jugando - le reprendió Cissy
- Pero
estaba castigado -
- Tu
solito te buscaste el castigo, bien pudiste quedarte en las mazmorras, pero no
lo hiciste - zanjo el tema la rubia.
*No me
fue tan mal* le susurro Draco a su novia ignorando las miradas matadoras de los
Longbottom.
—Vamos a necesitar mucha suerte para
encontrar algo, después del alboroto que habéis hecho. Bueno, ahora voy a
cambiar los grupos... Neville, tú te quedas conmigo y Hermione. Harry, tú vas
con Fang y este idiota.
A pesar
de su enojo Cissy miró mal a Hagrid, este no dijo nada, aunque pensaba lo mismo
que su yo del futuro.
Lo siento —añadió en un susurro dirigiéndose
a Harry— pero a él le va a costar mucho asustarte y tenemos que terminar con
esto.
Así que Harry se internó en el corazón
del bosque, con Malfoy y Fang.
- Así
debieron estar divididos desde un principio - dijo Moody refunfuñando, sus ojos
le brillaban, ya quedaban pocas paginas para terminar el primer libro.
Anduvieron cerca de media hora,
internándose cada vez más profundamente, hasta que el sendero se volvió casi
imposible de seguir, porque los árboles eran muy gruesos. Harry pensó que la
sangre también parecía más espesa.
- Están
por encontrarlo - dijo Dorcas
Había manchas en las raíces de los
árboles, como si la pobre criatura se hubiera arrastrado en su dolor.
Hubo un
estremecimiento por parte de los presentes, y se escuchó uno que otro *pobrecito*
de las mujeres.
Harry pudo ver un claro, más adelante, a
través de las enmarañadas ramas de un viejo roble.
—Mira... —murmuró, levantando un brazo
para detener a Malfoy.
Algo de un blanco brillante relucía en la
tierra. Se acercaron más.
- Ya lo encontraron
- dijo Dorcas en tono sumamente triste.
Sí, era el unicornio y estaba muerto.
Harry nunca había visto nada tan hermoso y tan triste. Sus largas patas
delgadas estaban dobladas en ángulos extraños por su caída y su melena color
blanco perla se desparramaba sobre las hojas oscuras.
- Que
crueldad, matar a un ser tan puro e inocente… - sollozaba Hannah abrazaba a Neville,
quien tenía del otro abrazaba a su amiga Luna que no estaba mejor
emocionalmente hablando que su novia, Harry reconfortaba a Ginny, mientras Ron
hacia lo mismo con Hermione y Draco con Astoria, Lily, Alice, Tonks, Narcissa y
Molly estaban igual. Las profesoras y Marlenne se hacían las duras, pero en el
fondo también sufrían por la pobre criatura, al igual que Dorcas y Hestia. Andrómeda,
Augusta y Dorea no sollozaban, pero igual tenían una mueca triste.
- Bien lo
dijo el centauro, los inocentes son las primeras victimas - hablo Dumbledore
con su tono de voz calmada.
- Pego
matag un unicognio es… - la rubia no terminó porque se le corto la voz, Bill la
consoló.
Harry había dado un paso hacia el
unicornio, cuando un sonido de algo que se deslizaba lo hizo congelarse en
donde estaba. Un arbusto que estaba en el borde del claro se agitó... Entonces,
de entre las sombras, una figura encapuchada se acercó gateando, como una
bestia al acecho.
- Sabemos
que el que quiere robar la piedra es Quirrell, y que la quiere para Voldemort
probablemente, pero… ¿quién bebe la sangre del unicornio entonces? - se
preguntaba Edgar en voz alta.
- Supongo
que la respuesta no nos va a gustar nada - volvió a hablar Dumbledore que ya se
hacia una idea de lo que había pasado.
Harry, Malfoy y Fang
permanecieron
paralizados. La figura encapuchada llegó hasta el unicornio, bajó la cabeza
sobre la herida del animal y comenzó a beber su sangre.
—¡AAAAAAAAAAAAAH!
Malfoy dejó escapar un terrible grito y
huyó... lo mismo que Fang.
- Y al
final te quedaste solo… increíble - decía Charlus. *Váyase acostumbrando*
pensaron los del futuro.
- Que
cobarde - le reprochaba Canuto a Draco
- Acá el
único Black valiente eres tú - defendió Regulus a su sobrino.
- Y en mi
defensa no pensé que Potter fuera a ser tan idiota como para quedarse allí
parado esperando que esa cosa la matara, creí que saldría corriendo detrás de
mi - decía el huroncito.
La figura encapuchada levantó la cabeza y
miró directamente a Harry. La sangre del unicornio le chorreaba por el pecho.
Se puso de pie y se acercó rápidamente hacia él... Harry estaba paralizado de
miedo.
- Tienes
que salir corriendo Harry ¡Por Merlin! - exclamaba Sirius Mayor de lo más
angustiado, mientras antes parecía haber rejuvenecido por la compañía de sus
amigos, ahora parecía lo contrario, estaba pálido y con esa expresión de loco
que tenía en tercer año.
Entonces, un dolor le perforó la cabeza,
algo que nunca había sentido, como si la cicatriz estuviera incendiándose.
Eso
confirmó la teoría de Dumbledore, esperaba que no fuera de la manera que él
pensaba.
- Tiene
que ser Voldemort - dijo Frank, su mente maquinaba muy rápido, - no sé cómo podría
ser el, pero si esa cicatriz él te la hizo con la maldición asesina, no hay
otra explicación.
- ¿Estás
diciendo que su cicatriz le duele porque Voldemort está cerca? - cuestionaba
Mini Remus, eso a Lily no le gusto nada.
Casi sin poder ver, retrocedió. Oyó
cascos galopando a sus espaldas, y algo saltó limpiamente y atacó a la figura.
Un
suspiro de relajación se escucho por toda la sala.
El dolor de cabeza era tan fuerte que
Harry cayó de rodillas. Pasaron unos minutos antes de que se calmara.
Harry agradecía
a Merlin el que ya no le doliera la cicatriz, no recordaba lo intenso que era.
- Valla,
a nosotros nos dijiste “me dolió un poco la cicatriz cuando esa cosa
encapuchada se nos acercó” -
- Cierto,
olvidaste mencionar que CASI TE VUELA LA CABEZA - le reclamaron Ron y Hermione
al mismo tiempo. Esta última era la que había gritado y había sacado un libro
de no se donde y lo usaba para pegarle en el brazo de forma desesperada. Arthur
siguió leyendo para que la chica dejara de golpear a su futuro yerno
Cuando levantó la vista, la figura se
había ido. Un centauro estaba ante él. No era ni Ronan ni Bane: éste parecía
más joven, tenía cabello rubio muy claro, cuerpo pardo y cola blanca.
—¿Estás bien? —dijo el centauro,
ayudándolo a ponerse de pie.
- Bueno, claramente
se ve que este es más amable - dijo Marlenne
- Y
apuesto - suspiraron Hannah y Ginny ganándose malas miradas de sus chicos.
Hermione
las miraba burlonas hasta que Ron dijo - preferible suspirar por un centauro
que por un idiota - causando que la chica se ruborizara al recordar esa época
de loca enamorada de Lockhart.
Los del
pasado no entendieron nada, por lo que el patriarca de los Weasley siguió
leyendo.
—Sí... gracias... ¿qué ha sido eso?
El centauro no contestó. Tenía ojos
asombrosamente azules, como pálidos zafiros.
Las
mismas chicas volvieron a suspirar para diversión de los de la sala. Si,
Neville y Harry sintieron celos de un centauro.
Observó a Harry con cuidado, fijando la
mirada en la cicatriz que se veía amoratada en la frente de Harry.
—Tú eres el chico Potter —dijo—. Es mejor
que regreses con Hagrid. El bosque no es seguro en esta época en especial para
ti. ¿Puedes cabalgar? Así será más rápido... Mi nombre es Firenze —añadió,
mientras bajaba sus patas delanteras, para que Harry pudiera montar en su lomo.
-
¡¡¿QUEEEEEEEE?!! - exclamaron la mayoria.
- Te dejo
montarlo - le preguntaba/afirmaba Hagrid asombrado - lo conozco, se que no es
como los demás miembros de su manada, pero al punto de dejarse montar, espero
que los demás no lo vean.
- Si, es
un centauro agradable que quería que saliera rápido del bosque, es algo…
diferente - respondió Harry haciendo una mueca sabiendo lo que venía.
Del otro lado del claro llegó un súbito
ruido de cascos al galope. Ronan y Bane aparecieron velozmente entre los
árboles, resoplando y con los flancos sudados.
- Oh no -
exclamo el guardabosques
- Eso no
les gustará nada nada - dijo Dorcas
—¡Firenze! —rugió Bane—. ¿Qué estás
haciendo? ¡Tienes un humano sobre el lomo! ¿No te da vergüenza? ¿Es que eres
una mula ordinaria?
—¿Te das cuenta de quién es? —dijo
Firenze—. Es el chico Potter. Mientras más rápido se vaya del bosque, mejor.
—¿Qué le has estado diciendo? —gruñó
Bane—. Recuerda, Firenze, juramos no oponernos a los cielos. ¿No has leído en
el movimiento de los planetas lo que sucederá?
- Ese tal
Bane no me cae bien - murmuró Lily
- ¿Qué es
lo que han visto en los cielos? - se preguntaban Gideon y Fabian que ya no
estaban en modo bromista, sino más bien serios.
- No creo
que sea algo bueno, donde consideran pertinente que un niño de once años
enfrente a quien sea que estuviera debajo de la capucha - razonaba Hestia
Ronan dio una patada en el suelo con
nerviosismo.
—Estoy seguro de que Firenze pensó que
estaba obrando lo mejor posible —dijo, con voz sombría.
También Bane dio una patada, enfadado.
- Metete
tus patadas por donde te quepan - dijeron los gemelos Weasley al unísono.
—¡Lo mejor posible! ¿Qué tiene eso que
ver con nosotros? ¡Los centauros debemos ocuparnos de lo que está vaticinado!
¡No es asunto nuestro el andar como burros buscando humanos extraviados en
nuestro bosque!
- No estaba
extraviado… ¡ESTABA EN PELIGRO! - exclamaba Lily ya muy exaltada, esos
centauros la estaban sacando de sus casillas.
De pronto, Firenze levantó las patas con
furia y Harry tuvo que aferrarse para no caer.
—¿No has visto ese unicornio? —preguntó
Firenze a Bane—. ¿No comprendes por qué lo mataron? ¿O los planetas no te han
dejado saber ese secreto? Yo me lanzaré contra el que está al acecho en este
bosque, con humanos sobre mi lomo si tengo que hacerlo.
- Cuando
dijiste que era diferente no pensé que tanto Harry - le dijo Arthur
- Y que
lo digas Arthur… los centauros deberían de ser mas como él - dijo Ted
- No
puedo creer que haya dicho eso - decía Percy
- Eso te
pasa por vivir en la biblioteca cuando ibas a Hogwarts - decía Charlie - yo lo
conocí en tercero gracias a Hagrid y de verdad es un centauro con diferente
forma de pensar, no me sorprende lo que dijo.
Y Firenze partió rápidamente, con Harry
sujetándose lo mejor que podía, y dejó atrás a Ronan y Bane, que se internaron
entre los árboles.
Harry no entendía lo sucedido.
—¿Por qué Bane está tan enfadado?
—preguntó—. Y a propósito, ¿qué era esa cosa de la que me salvaste?
- Hubiera
deseado que no te lo dijera - decía con pesar Hermione
Firenze redujo el paso y previno a Harry
que tuviera la cabeza agachada, a causa de las ramas, pero no contestó.
Siguieron andando entre los árboles y en silencio, durante tanto tiempo que
Harry creyó que Firenze no volvería a hablarle. Sin embargo, cuando llegaron a
un lugar particularmente tupido, Firenze se detuvo.
—Harry Potter, ¿sabes para qué se utiliza
la sangre de unicornio?
- No lo
sabrá, en pociones solo se ocupan los cuernos y el pelo de la cola - dijo Lily,
Snape asentía de acuerdo con ella.
—No —dijo Harry, asombrado por la extraña
pregunta—. En la clase de Pociones solamente utilizamos los cuernos y el pelo
de la cola de unicornio.
- Y
espero que nunca se use, aun no olvido la imagen de ese unicornio muerto, fue
muy deprimente - dijo el chico de la cicatriz.
—Eso es porque matar un unicornio es algo
monstruoso — dijo Firenze
- Es algo
despiadado e inhumano - decía Dorcas que intentaba no llorar, casi todos
estuvieron de acuerdo con ella.
—Sólo alguien que no tenga nada que
perder y todo para ganar puede cometer semejante crimen. La sangre de unicornio
te mantiene con vida, incluso si estás al borde de la muerte, pero a un precio
terrible. Si uno mata algo puro e indefenso para salvarse a sí mismo,
conseguirá media vida, una vida maldita, desde el momento en que la sangre toque
sus labios.
- Bien
megecido lo tiene quien es capaz de haceg algo así - dijo Fleur, las chicas
estuvieron de acuerdo con ella.
Harry clavó la mirada en la nuca de
Firenze, que parecía de plata a la luz de la luna.
Hannah y
Ginny se miraron sin que nadie lo notara y volvieron a suspirar, ya lo hacían
solo por fastidiar a sus chicos.
—Pero ¿quién estaría tan desesperado? —se
preguntó en voz alta—. Si te van a maldecir para siempre, la muerte es mejor,
¿no?
- Me
agrada que piense así Joven Potter - le dijo Dumbledore, papas, abuelos, tíos y
padrinos del chico sonrieron orgullosos.
—Es así —dijo Firenze— a menos que lo
único que necesites sea mantenerte vivo el tiempo suficiente para beber algo
más, algo que te devuelva toda tu fuerza y poder, algo que haga que nunca
mueras. ¿Harry Potter, sabes qué está escondido en el colegio en este preciso
momento?
- Matar
unicornios solo para sobrevivir hasta conseguir la piedra, Voldemort sí que está
desesperado - dijo Charlus
—¡La Piedra Filosofal! ¡Por supuesto...
el Elixir de Vida! Pero no entiendo quién...
—¿No puedes pensar en nadie que haya
esperado muchos años para regresar al poder, que esté aferrado a la vida,
esperando su oportunidad?
-
Aferrado a la vida, es que no entiende que las causas buenas terminan ganando, nosotros
tenemos algo que Voldemort nunca tendrá - dijo James
- ¿Y eso
es? - preguntaba burlonamente Lucius
- Algo
por que luchar - dijeron padre he hijo al mismo tiempo. Harry lo hizo viendo a
Dumbledore que entendió de inmediato que eso se lo había dicho él.
Lucius
sintió un fuerte agarre en su mano, era de Narcisa, que sabía bien que su
esposo se negaba a traicionar a su señor, más por cobardía que por lealtad.
Lucius supo que ese agarre significaba una cosa “tienes que pensar en tu
familia”
Fue como si un puño de hierro cayera
súbitamente sobre la cabeza de Harry. Por encima del ruido del follaje, le
pareció oír una vez más lo que Hagrid le había dicho la noche en que se
conocieron: «Algunos dicen que murió. En mi opinión, son tonterías. No creo que
le quede lo suficiente de humano como para morir».
*Y pensar
que inconscientemente tenía razón* les susurró Ron a sus amigos.
—¿Quieres decir —dijo con voz ronca
Harry— que era Vol...?
—¡Harry! Harry, ¿estás bien?
Hermione corría hacia ellos por el
sendero, con Hagrid resoplando detrás.
- No me
había sentido tan angustiada en todo ese año - dijo la chica
- Imagina
como estaba yo -
-
¿Durmiendo en la sala común? -
- Cállate
Ginny -
—Estoy bien —dijo Harry, casi sin saber
lo que contestaba—. El unicornio está muerto, Hagrid, está en ese claro de
atrás.
—Aquí es donde te dejo —murmuró Firenze,
mientras Hagrid corría a examinar al unicornio—. Ya estás a salvo.
- Aunque
aun no haya hecho nada, a ese centauro ya le debo la vida de mi hijo - decía
Lily y James estuvo de acuerdo con ella.
Harry se deslizó de su lomo.
—Buena suerte, Harry Potter —dijo
Firenze—. Los planetas ya se han leído antes equivocadamente, hasta por
centauros. Espero que ésta sea una de esas veces.
- Ya no
me gustó como sonó eso - dijo Lily
Se volvió y se internó en lo más profundo
del bosque, dejando a Harry temblando.
Ron se había quedado dormido en la
oscuridad de la sala común, esperando a que volvieran.
Ginny
miró burlona a su hermano.
-
Obviamente - dijeron todos los hermanos Weasley
Cuando Harry lo sacudió para despertarlo,
gritó algo sobre una falta en quidditch. Sin embargo, en unos segundos estaba
con los ojos muy abiertos, mientras Harry les contaba, a él y a Hermione, lo
que había sucedido en el bosque.
- Un
relato que no le hace justica a todo lo que paso en realidad - dijo Ron
- Estaba
muy nervioso - se excusaba el chico
Harry
no podía sentarse. Se paseaba de un lado al otro, ante la chimenea. Todavía temblaba.
- Y no es
para menos, con todo lo que viviste - le decía Sirius Mayor
—Snape quiere la piedra para Voldemort...
y Voldemort está esperando en el bosque... ¡Y todo el tiempo pensábamos que
Snape sólo quería ser rico!
- A Ron
no le va a agradar que diga el nombre - dijo Bill
—¡Deja de decir el nombre! —dijo Ron, en
un aterrorizado susurro, como si pensara que Voldemort pudiera oírlos. Harry no
lo escuchó.
- Solo es
un nombre MiniWeasley, no le temas -
- Tan
valiente para unas cosas y para otras no - refunfuñaba Moody sonrojando a Ron
- Tenia
once - se defendía.
- Pero tienes
diecinueve y sigues igual - le dijo Luna como quien no quiere la cosa.
—Firenze me salvó, pero no debía haberlo
hecho... Bane estaba furioso... Hablaba de interferir en lo que los planetas
dicen que sucederá... Deben decir que Voldemort ha vuelto... Bane piensa que
Firenze debió dejar que Voldemort me matara. Supongo que eso también está
escrito en las estrellas.
- ¡No
digas eso! - chillaban Lily y Dorea, Harry pensó que su madre y su abuela no
llegarían con vida al séptimo libro, con suerte y soportarían el cuarto.
—¿Quieres dejar de repetir el nombre?
—dijo Ron.
-
¡VOLDEMORT! - grito Ojo Loco como cuando grita “¡Alerta permanente!”
-
¡Alastor! - gritó McGonagall con una mano en el pecho porque se había asustado,
más por el grito que por el nombre. Lo mismo paso con otros de la sala que
fulminaban al auror con la mirada. Draco se estremeció al escuchar el nombre.
—Así que lo único que tengo que hacer es
esperar que Snape robe la Piedra — continuó febrilmente Harry—. Entonces
Voldemort podrá venir y terminar conmigo... Bueno, supongo que Bane estará
contento.
- Que no
te importe lo que un centauro como él diga Harry, tu vas a vivir muchos años -
le dijo su mamá con cariño. Harry solo le sonrió.
- Por Merlin
Harry, estas hablando de tu muerte, no lo digas tan a la ligera - le pedia Sirius
Mayor
Hermione parecía muy asustada, pero tuvo
una palabra de consuelo.
- Porque
si no, no sería Hermione - dijeron los gemelos Weasley queriendo relajar los ánimos.
—Harry, todos dicen que Dumbledore es al
único al que Quien-tú-sabes siempre ha temido. Con Dumbledore por aquí,
Quien-tú-sabes no te tocará.
- Y con
eso solo logre que se tranquilizara un poco - dijo la chica.
De
todos modos, ¿quién puede decir que los centauros tienen razón? A mí me parecen
adivinos y la profesora McGonagall dice que ésa es una rama de la magia muy
inexacta.
La mencionada
vio con cariño a Hermione.
- Porque
lo es, a no ser, que se trate de profecías, pero eso es otra cosa - dijo la
profesora.
El cielo ya estaba claro cuando
terminaron de hablar. Se fueron a la cama agotados, con las gargantas secas.
Pero las sorpresas de aquella noche no habían terminado.
- Y ahora
que… - suspiraba James
- Oh… eso
te gustará papá, no es nada malo.
Cuando Harry abrió la cama encontró su
capa invisible, cuidadosamente doblada. Tenía sujeta una nota:
Por las dudas.
- Bueno, por lo menos recuperaste la capa - le
dijo James, que se veía tan cansado de ese capítulo
- Bien, ahora a leer el que sigue porque este capítulo
ya terminó - informo Arthur.
- Yo leeré - dijo Ted quien con un hechizo
levitatorio llevó el libro a sus manos - el capitulo se llama…
Ya volví... tuve que leer todo el capítulo
porque había puesto que Regulus leía... jajajaja Me di cuenta de que se escribe
Narcisa y Marlene, con una sola S y N, no sé de dónde saque que se escribían
con doble jaja.
Díganme que les pareció. Que opinan...
Quería preguntarles...
1) ¿En qué momento quieren que Snape hable con
Lily y James? obviamente estos no van a ser amigos de la noche a la mañana,
pero quiero que al menos hagan las paces.
2) ¿Quieren que los padres de Harry sepan de
la profecía o hasta el 5to libro?
3) ¿Que quieren que pase con Regulus y Dorcas
y con Canuto Menor con Marlene?
4) A quienes les interesa el RegulusxDorcas
como a mí, ¿Quieren que les pase unos fics que me hicieron amarlos?
Y tardé una semana porque este capítulo esta
laaaaaargo, igual que el que viene así que pude que actualice el próximo lunes
o martes.