Disclairmer. La historia de Harry Potter así como sus
personajes no me pertenecen. (Ya quisiera) le pertenecen a la gran JK Rowling
***-Bien, ahora, antes
de leer el capitulo siguiente, ¿nos responderían unas preguntas?- les
preguntó Dumbledore a los que venían del futuro.
Todos se miraron un momento y después Hermione habló:
-Sabemos que están confundidos, así que les responderemos las preguntas, dependiendo que cual sea -.
-Lo justo es que sea una por persona- intentó negociar Lunático mirando a Hermione.
Ella miro a los demás que se encogieron de hombro *que mas da*
-¿Y quién será el primero? - pregunto Canuto con ojitos brillosos.
- Mejor que lo hagamos en el orden en el que vienen escritos en la carta - aconsejo McGonagall.
-Sí, nos parece bien. - asintieron los gemelos Prewett
-Bien, Lily has tu pregunta - Dijo el profesor Dumbledore que tomo el puesto de moderador...***
Todos se miraron un momento y después Hermione habló:
-Sabemos que están confundidos, así que les responderemos las preguntas, dependiendo que cual sea -.
-Lo justo es que sea una por persona- intentó negociar Lunático mirando a Hermione.
Ella miro a los demás que se encogieron de hombro *que mas da*
-¿Y quién será el primero? - pregunto Canuto con ojitos brillosos.
- Mejor que lo hagamos en el orden en el que vienen escritos en la carta - aconsejo McGonagall.
-Sí, nos parece bien. - asintieron los gemelos Prewett
-Bien, Lily has tu pregunta - Dijo el profesor Dumbledore que tomo el puesto de moderador...***
- Haber, ¿eres
feliz, a pesar de todo?, ¿fuiste feliz mientras estabas con mi hermana? -Pregunto
a nade en especifico pero todos sabían que se refería a Harry.
- A partir de
que me llego esa carta, créeme mamá, fui feliz, a pesar de todo soy muy feliz,
y cuando estaba con Tía Petunia, no, no lo fui - le respondió Harry, a
Lily se le escaparon varias lagrimas pero no dijo nada, sólo le mando una
sonrisa maternal a su hijo pensando que haría lo que fuera para que el no
sufriera.
- ¿Juegas
quidditch? - Le cuestionó James
- ¡James pregunta algo
que valga la pena! - le regañó su esposa
- Esta bien ¿Cuántas
veces te enfrentaste a Voldemort? - pregunto
poniéndose serio de repente, solo unos pocos se estremecieron con el nombre,
pero todos voltearon a ver a el niño que vivió a la
espera de su respuesta.
- Seis veces - le dijo como toda respuesta Harry, unos
cuantos jadearon *¡seis veces!* pensaba la mayoría, * y él lo dice como sin
nada* era lo que pasaba por la cabeza de la mayoría. James solo asintió y fue a
abrazar Lily.
- ¿Donde estamos
nosotros? - cuestiono
Lunático ya que era el que seguía en la lista.
-Lo siento, no
podemos responder eso ya que sale en los libros - le respondió
Hermione
- ¿O sea que
estamos vivos?-.
- ¿Si, estamos vivos?
- le respondió Remus.
- ¿Cómo lo
soportaste Harry, vivir con esa gente? - preguntaba Canuto a su ahijado.
- Bueno, yo creía que
no tenia familia, así que viva pensando que en cuanto cumplirá 18 me podría ir
de esa casa, trabajar y hacer mi vida lejos de ellos, y tal vez
buscar información de mis padres…- Harry
levantó la cabeza y se dio cuenta que la mayoría los miraba así que continuo
hablando -… pero, cuando iba a Hogwarts, bueno, mientras pasaba el verano
con ellos mi único consuelo es que solo eran dos meses - terminó con
una sonrisa. Canuto solo hizo un gesto con la cabeza.
- ¿Alice? ¿Frank?
- les pregunto
Dumbledore.
- Nos reservamos el
derecho de pregunta para después - contestó
Frank, Neville esperaba que no le preguntaran que había pasado con ellos una
vez que se leyera que vivía con su abuela.
- Está bien, alguien
más desea preguntar - dijo observando
a todos en la sala.
- Si - dijo Andrómeda- ¿vendrá alguien más del
futuro? - preguntó.
- Sí, una tal vez
llegue al final de este capítulo o del otro. - Le respondió Remus a sabiendas que Dora vendría,
esperaba que no se tomara a mal el hecho de que su hija se había casado con un
hombre lobo.
Ante el asombro de
varios Regulus preguntó: - ¿Y nosotros, que hacemos acá? - dijo
señalando a los Malfoy, a Snape y a el mismo.
- Veras Regulus,
nosotros sabemos lo que estabas a punto de hacer antes de que llegaras acá.
- Regulus se sorprendió
pero no dijo nada - Lo único que queríamos era evitarte un destino
fatal - le respondió Harry, ante lo último Sirius se asustó.
- ¿Que ibas a hacer
Regulus? - se atrevió a
preguntar Sirius a su hermano menor, pero este no respondió.
- Ahora,
ustedes - dijo Draco hablándoles a sus padres -están acá para que
se den cuenta de todos los errores que cometieron y para que sepan que camino
es el mejor, si quieres proteger a tu familia - concluyó.
- Y usted, sabe porque
esta acá - le dijo Harry a
Snape, este solo asintió.
- Bien, ahora que
hemos terminado, hay que seguir con la lectura - dijo Dumbledore - ¿algún voluntario?
- preguntó.
- Yo leeré profesor,
si no le importa - le
dijo Hagrid, Dumbledore le tendio el libro, Hagrid lo abrió y con una sonrisa
leyó el título del capítulo: - “El guardián de las llaves”,
así se llama el capitulo les dijo a todos en la sala Hagrid.
¡BUM!
Llamaron otra vez.
Dudley se despertó bruscamente.
—¿Dónde está el cañón?
—preguntó estúpidamente.
- ¿Que es un cañon? -
preguntó Arthur.
- Es un arma de
artillería que ocupa el fuego para disparar un proyectil, tiene el efecto de un
Bombarda - dijo mostrandoles una imagen en el pizarroncito mágico.
Se oyó un crujido
detrás de ellos y tío Vernon apareció en la habitación. Llevaba un rifle en las
manos: ya sabían lo que contenía el paquete alargado que había llevado.
- ¡Es idiota o que!
¡como se le ocurre tener eso donde hay niños! - grito Dorcas.
- ¿Que es un rifle? -
preguntaron varios de los presentes.
- Es un arma que
dispara un objeto pequeño que perfora el cuerpo, puede ser tan letal como un
Avada - explicó Dorcas.
—¿Quién está ahí?
—gritó—. ¡Le advierto... estoy armado!
Hubo una pausa.
Luego...
¡UN GOLPE VIOLENTO!
- Hagrid, no es
necesario que grites - le dijo Sprout
La puerta fue empujada
con tal fuerza que se salió de los goznes y, con un golpe sordo, cayó al suelo.
Un hombre gigantesco
apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga
maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que
brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera.
Hagrid se ruborizo.
Mientras en la sala reían por la descripción "perfecta" según algunos
del semigigante.
El gigante se abrió
paso doblando la cabeza, que rozaba el techo. Se agachó, cogió la puerta y, sin
esfuerzo, la volvió a poner en su lugar. El ruido de la tormenta se apagó un
poco. Se volvió para mirarlos.
—Podríamos preparar
té. No ha sido un viaje fácil...
-Oh claro, soy un gigante... - dijo Gideon.
-...muy
desaliñado... - continuo
Fabian.
-...
acabo de derribar la puerta... -
siguió el juego Fred.
-...
pero lo discutiremos mientras preparamos té -
terminó George.
-
¡Perfecto! - aplaudieron los
cuatro.
Se desparramó en el
sofá donde Dudley estaba petrificado de miedo.
- Cobarde - murmuraban los Gryffindors
—Levántate, bola de
grasa —dijo el desconocido.
Dudley se escapó de
allí y corrió a esconderse junto a su madre, que estaba agazapada detrás de tío
Vernon.
- Lógico que tenga
miedo - Hagrid se sorprendió
ante lo dicho por Lily - Oh, no me malinterpretes Hagrid, lo que pasa
es que el peor temor de Petunia se cumplirá, que un familiar suyo vuelva a
Hogwarts - le dijo Lily a Hagrid con una sonrisa.
—¡Ah! ¡Aquí está
Harry! —dijo el gigante.
Harry levantó la vista
ante el rostro feroz y peludo, y vio que los ojos negros le sonreían.
—La última vez que te
vi eras sólo una criatura —dijo el gigante—. Te pareces mucho a tu padre, pero
tienes los ojos de tu madre.
- Estoy seguro que esa
fue la primera de muchas veces que escuchaste esto - le dijo Remus a Harry.
- Si, me lo han dicho
infinidad de veces - dijo con una sonrisa Harry
Tío Vernon dejó
escapar un curioso sonido.
—¡Le exijo que se vaya
enseguida, señor! —dijo—. ¡Esto es allanamiento de morada!
—Bah, cierra la boca,
Dursley, grandísimo majadero —dijo el gigante. Se estiró, arrebató el rifle a
tío Vernon, lo retorció como si fuera de goma y lo arrojó a un rincón de la
habitación.
- Esto es divertido
- dijo Canuto.
- Estoy de acuerdo con
MiniMÍ - dijo Sirius, parecía
muy contento ante los ojos del trio, debía ser por el hecho de estar con sus
amigos de la infancia.
Tío Vernon hizo otro
ruido extraño, como si hubieran aplastado a un ratón.
- Esa es buena idea,
hay que transformarlos en ratones - dijo
Canuto.
- Joven Black no puede
transforma a nadie en ratones - LE REPRENDIÓ
—De todos modos, Harry
—dijo el gigante, dando la espalda a los Dursley—, te deseo un muy feliz
cumpleaños. Tengo algo aquí. Tal vez lo he aplastado un poco, pero tiene buen
sabor.
Del bolsillo interior
de su abrigo negro sacó una caja algo aplastada. Harry la abrió con dedos
temblorosos. En el interior había un gran pastel de chocolate pegajoso, con
«Feliz Cumpleaños, Harry» escrito en verde.
- Oh Hagrid, muchas
gracias - le dijo Lily al semigigante.
- Estoy seguro que mi
yo del futuro estará encantado Lily, no tienes que agradecer - le respondió con
una sonrisa.
James solo pensaba en
cómo había sido tan tonto como para no poder proteger a su familia.
Harry miró al gigante.
Iba a darle las gracias, pero las palabras se perdieron en su garganta y, en
lugar de eso, dijo:
—¿Quién es usted?
- Eso fue descortés
- medio regaño Molly
- Si lo sé, pero al
menos lo pensé - dijo con una
sonrisa Harry
- Hubiera sido mejor
que lo dijeras a que lo pensaras, pero estabas sorprendido así que es lógico
- le reprendió Lily
El gigante rió entre
dientes.
—Es cierto, no me he
presentado. Rubeus Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts.
Extendió una mano gigantesca
y sacudió todo el brazo de Harry.
Hagrid pensó que tenía
que aprender a controlar su fuerza.
— ¿Qué tal ese té,
entonces? — dijo, frotándose las manos
- ¿Cuánto a que pide
algo mas fuerte? - le dijo Gideon
a Fabian.
- 5 galeones - le respondió este.
- ¡No es momento para
que estén apostando! - les gritó Molly a sus hermanos.
—. Pero no diría que
no si tienen algo más fuerte.
- ¡JA! Págame - le exigió Gideon a Fabian extendiéndole la mano,
pero la retiro rápidamente al ver la mirada fulminante de Molly. Los hermanos
Weasley solo sonreían.
- ¿Por qué sonríes
Ron? ¿Sabes que tanto Lily como Molly se la pasaran la mitad de los libros
regañándolos? - le
pregunto Hermione a su novio.
- Pero es que es
genial verla reprender a alguien que no soy yo, déjame disfrutarlo, además, tú
no eres ninguna santa Hermione -
le contesto Ron.
- No, es una
caradura - les dijo Harry que había estado escuchando.
- Oh cállate Harry, ya
veremos que dice tu madre cuando lea todo lo que has hecho -
- ¿Te recuerdo la
poción que hiciste en segundo? ¿O que fue tu idea lo del Ejercito de
Dumbledore? - le recalco
Harry a su amiga. Hermione solo desvió la mirada.
- ¿De qué tanto hablan
ustedes tres? - les pregunto
James.
- Con ellos nunca se
sabe Sr. Potter, siempre hablan entre ellos - le respondió Neville a Cornamenta - aunque
ahora sabremos todo lo que han hecho - término con una sonrisa.
El trio dorado solo
hizo muecas que nadie comprendió y Hagrid siguió leyendo.
Sus ojos se clavaron
en el hogar apagado, con las bolsas de patatas fritas arrugadas, y dejó escapar
una risa despectiva. Se inclinó ante la chimenea. Los demás no podían ver qué
estaba haciendo, pero cuando un momento después se dio la vuelta, había un
fuego encendido, que inundó de luz toda la húmeda cabaña. Harry sintió que el
calor lo cubría como si estuviera metido en un baño caliente.
Lily le dirigió una
mirada agradecida contenta de que su bebé ya no pasara frio
El gigante volvió a
sentarse en el sofá, que se hundió bajo su peso, y comenzó a sacar toda clase
de cosas de los bolsillos de su abrigo: una cazuela de cobre, un paquete de
salchichas, un atizador, una tetera, varias tazas agrietadas y una botella de
un liquido color ámbar, de la que tomó un trago antes de empezar a preparar el
té. Muy pronto, la cabaña estaba llena del aroma de las salchichas calientes.
Nadie dijo una palabra mientras el gigante trabajaba, pero cuando sacó las
primeras seis salchichas jugosas y calientes, Dudley comenzó a impacientarse.
- Tragón - dijeron varios en la sala.
- Ese niño de verdad
debería ponerse a dieta - mencionó
Hannah
Tío Vernon dijo en
tono cortante:
—No toques nada que él
te dé, Dudley.
El gigante lanzó una
risa sombría.
—Ese gordo pastel que
es su hijo no necesita engordar más, Dursley, no se preocupe.
- ¡Buena esa Hagrid! - le festejaron los bromistas al semigigante.
Le sirvió las
salchichas a Harry, el cual estaba tan hambriento que pensó que nunca había
probado algo tan maravilloso, pero todavía no podía quitarle los ojos de encima
al gigante.
- Lógicamente, la primera
vez que ves a Hagrid quedas impresionado - mencionó
Bill
- Hagrid es genial - comentó Charlie.
Por último, como nadie
parecía dispuesto a explicar nada, dijo:
—Lo siento, pero
todavía sigo sin saber quién es usted.
El gigante tomó un
sorbo de té y se secó la boca con el dorso de la mano.
—Llámame Hagrid
—contesto—. Todos lo hacen. Y como te dije, soy el guardián de las llaves de
Hogwarts. Ya lo sabrás todo sobre Hogwarts, por supuesto.
- Hagrid se va a
llevar una gran sorpresa - decían
los Gemelos P.
- Se va a poner
interesante - los Gemelos W.
parecían encantados con la posible furia de Hagrid para con los Dursley.
—Pues... yo no...
—dijo Harry
Hagrid parecía
impresionado.
—Lo lamento —dijo
rápidamente Harry
Ron le dio un golpe en
el brazo a su amigo.
- Haber si agolpes se
te quita la manía de pedir perdón por todo - le dijo Hermione tomándole la palabra Ron.
- Harry tienes que
entender que tú no eres el culpable de todo - le aconsejo Ginny
— ¿Lo lamento?
—preguntó Hagrid, volviéndose a mirar a los Dursley, que retrocedieron hasta
quedar ocultos por las sombras—.
- ¡Dales con todo
Hagrid! - gritaban los
Merodeadores
¡Ellos son los que
tienen que disculparse! Sabía que no estabas recibiendo las cartas, pero nunca
pensé que no supieras nada de Hogwarts. ¿Nunca te preguntaste dónde lo habían
aprendido todo tus padres?
—¿El qué? —preguntó
Harry
—¿EL QUÉ? —bramó
Hagrid—. ¡Espera un segundo!
Se puso de pie de un
salto. En su furia parecía llenar toda la habitación. Los Dursley estaban
agazapados contra la pared.
- Malditos cobardes
- gruñían Bill y
Charlie.
— ¿Me van a decir
—rugió a los Dursley— que este muchacho, ¡este muchacho!, no sabe nada... sobre
NADA?
Harry pensó que
aquello iba demasiado lejos. Después de todo, había ido al colegio y sus notas
no eran tan malas.
- ¿Cómo eran tus notas
hijo? - le preguntó su
mamá.
- La mayoría eran
buenas, no quería tener problemas para que no mandaran traer a mis tíos -le contesto Harry, ante eso Lily entristeció, le
hubiera gustado que la mandar a Harry a una escuela muggle ella le ayudara en
los deberes, y se prometió que haría hasta lo imposible para ver crecer a su
bebé que en ese momento seguía durmiendo.
—Yo sé algunas cosas
—dijo—. Puedo hacer cuentas y todo eso.
Pero Hagrid
simplemente agito la mano.
—Me refiero a nuestro
mundo Tu mundo. Mi mundo. El mundo de tus padres.
—¿Qué mundo?
Hagrid lo miró como si
fuera a estallar.
—¡DURSLEY! —bramó.
Tío Vernon, que estaba
muy pálido, susurró algo que sonaba como mimblewimble. Hagrid,
enfurecido, contempló a Harry.
—Pero tú tienes que
saber algo sobre tu madre y tu padre —dijo—. Quiero decir, ellos son famosos.
Tú eres famoso.
- Va a sacar la
arrogancia de James de seguro - dijeron
los Gemelos P.
- En realidad Harry
detesta su fama - dijeron
los que venían del futuro
- ¿Enserio? - preguntaron los merodeadores y los gemelos P.
- Vaya Cornamenta,
deberías aprender de tu hijo - le
dijo con mofa Canuto.
- Lily, Canuto me está
molestando - acuso James a
Canuto con su esposa.
- Es que tiene razón
cariño - se burló esta de su esposo.
La mayoría se reían de
la cara indignada de James
—¿Cómo? ¿Mi madre y mi
padre... eran famosos? ¿En serio?
—No sabías... no
sabías... —Hagrid se pasó los dedos por el pelo, clavándole una mirada de
asombro—. ¿De verdad no sabes lo que ellos eran? —dijo por último.
- ¡Que le diga! ¡Que
le diga! - cantaban los
merodeadores.
De pronto, tío Vernon
recuperó la voz
—¡Deténgase! —ordenó—.
¡Deténgase ahora mismo, señor! ¡Le prohíbo que le diga nada al muchacho!
Un hombre más valiente
que Vernon Dursley se habría acobardado ante la mirada furiosa que le dirigió
Hagrid. Cuando éste habló, temblaba de rabia. —¿No se lo ha dicho? ¿No le ha
hablado sobre el contenido de la carta que Dumbledore le dejó? ¡Yo estaba allí!
¡Vi que Dumbledore la dejaba, Dursley! ¿Y se la ha ocultado durante todos estos
años?
- Y ahora Harry sabe
que le han ocultado algo - dijo
Luna
- No cgeo gue
egso le gugste - habló Fleur.
— ¿Qué es lo que me
han ocultado? —dijo Harry en tono anhelante.
— ¡DETÉNGASE! ¡SE LO
PROHÍBO! —rugió tío Vernon aterrado.
Tía Petunia dejó
escapar un gemido de horror.
—Voy a romperles la
cabeza —
- ¡Hazlo! ¡Hazlo!
¡Hazlo! - le aplaudían
Ron, Neville, los merodeadores y los gemelos.
dijo Hagrid—. Harry
debes saber que eres un mago.
- No te va a creer
- le dijo Hermione
Se produjo un silencio
en la cabaña. Sólo podía oírse el mar y el silbido del viento.
—¿Que soy qué? —dijo
Harry con voz entrecortada.
—Un mago —respondió
Hagrid, sentándose otra vez en el sofá, que crujió y se hundió—. Y muy bueno,
debo añadir, en cuanto te hayas entrenado un poco. Con unos padres como los
tuyos ¿qué otra cosa podías ser?
- Hay que admitir que
eso es cierto - dijo con
arrogancia James.
- Si, eso es cierto…
- James se sorprendió de
que no le dijera nada por hacer un comentario tan arrogante -… a pasar
de ser hijo de James, también es hijo de Lily Evans - terminó de decir
Lily. Canuto se burlaba de James.
Y creo que ya es hora
de que leas la carta.
- ¡POR FIN! - exclamaron la mayoría.
Harry extendió la mano
para coger, finalmente, el sobre amarillento, dirigido, con tinta verde
esmeralda al «Señor H. Potter, El Suelo de la Cabaña en la Roca, El Mar».
Sacó la carta y leyó:
COLEGIO HOGWARTS DE
MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).
Querido señor Potter:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el
Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del
31 de julio.
Muy cordialmente, Minerva McGonagall
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).
Querido señor Potter:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el
Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del
31 de julio.
Muy cordialmente, Minerva McGonagall
Directora adjunta
Las preguntas
estallaban en la cabeza de Harry como fuegos artificiales, y no sabía cuál era
la primera. Después de unos minutos, tartamudeó:
— ¿Qué quiere decir
eso de que esperan mi lechuza?
- De todo lo que
podías preguntar vas a preguntar eso - le
dijo uno de los gemelos Prewett a Harry. Este le iba a responder pero Lily lo
interrumpió - no te metas con mi hijo Prewett - le dijo severamente
al gemelo - Gideon deja en paz a Harry - le reprendió su
hermana Molly.
— Gorgonas galopantes,
ahora me acuerdo —dijo Hagrid, golpeándose la frente con tanta fuerza como para
derribar un caballo. De otro bolsillo sacó una lechuza (una lechuza de verdad,
viva y con las plumas algo erizadas), una gran pluma y un rollo de pergamino.
Con la lengua entre los dientes, escribió una nota que Harry pudo leer al
revés.
Querido señor
Dumbledore:
Entregué a Harry su carta. Lo llevo mañana a comprar sus cosas.
El tiempo es horrible. Espero que usted esté bien.
Hagrid
Entregué a Harry su carta. Lo llevo mañana a comprar sus cosas.
El tiempo es horrible. Espero que usted esté bien.
Hagrid
- Harry, eres muy entrometido - le dijo Charlie
- Tú no sabes cuánto
hermano - le respondió
Ron
- No hay secreto que
Harry no quiera develar - continuo
Hermione
- Con estos amigos
para que quiero enemigos - susurraba Harry
Hagrid pensaba que se
la pasaría muy bien con esos tres, con ese pensamiento siguió leyendo.
Hagrid enrolló la nota
y se la dio a la lechuza, que la cogió con el pico. Después fue hasta la puerta
y lanzó a la lechuza en la tormenta. Entonces volvió y se sentó, como si
aquello fuera tan normal como hablar por teléfono.
Harry se dio cuenta de
que tenía la boca abierta y la cerró rápidamente.
— ¿Por dónde iba?
—dijo Hagrid. Pero en aquel momento tío Vernon, todavía con el rostro color
ceniza, pero muy enfadado, se acercó a la chimenea.
—Él no irá —dijo.
Hagrid gruñó.
— Me gustaría ver a un
gran muggle como usted deteniéndolo a él —dijo.
— ¿Un qué? —preguntó
interesado Harry
- Un muggle es una
persona con magia cariño - Le
respondió Lily a la pregunta hecha por Harry en el libro.
- Esto mamá, ya lo sé
- le contestó su hijo.
Lily se ruborizó mientras los merodeadores reían pero ante una mirada de ella
se callaron.
—Un muggle —respondió
Hagrid—. Es como llamamos a la gente «no-mágica» como ellos. Y tuviste la mala
suerte de crecer en una familia de los más grandes muggles que
haya visto.
-Su aberración por la
magia es peor que en la Edad Media - decía
Hestia
—Cuando lo adoptamos,
juramos que íbamos a detener toda esa porquería —dijo tío Vernon—. ¡Juramos que
la íbamos a sacar de él! ¡Un mago, ni más ni menos!
- ¡Como si pudieran
extirpar la magia de un niño! Que muggles tan ignorantes - decía furiosa la profesora McGonagall
— ¿Vosotros lo
sabíais? —Preguntó Harry—. ¿Vosotros sabíais que yo era... un mago?
- ¡Si Harry!
Conviértelos en sapos- decía
Sirius. Los que lo conocían bien del futuro se sorprendían de verlo tan
animado. Remus pensaba que era porque estaba conviviendo de nuevo con Lily y
James.
— ¡Saber! — Chilló de
pronto tía Petuia—. ¡Saber! ¡Por supuesto que lo sabíamos!¿Cómo no ibas a
serlo, siendo lo que era mi condenada hermana? Oh, ella recibió una carta como
ésta de ese... ese colegio, y desapareció, y volvía a casa para las vacaciones
con los bolsillos llenos de ranas, y convertía las tazas de té en ratas. Yo era
la única quela veía tal como era: ¡una monstruosidad! Pero para mi madre y mi
padre, oh no, para ellos era «Lily hizo esto» y «Lily hizo esto otro». ¡Estaban
orgullosos de tener una bruja en la familia!
- Si Lily fuera mi
hija por supuesto que estaría orgullosa de ella, es una gran bruja - decia McGonagall, ella estimaba mucho a Lily
Se detuvo para
respirar profundamente y luego continuó. Parecía que hacía años que deseaba
decir todo aquello.
-A donde te ha llevado
tu rencor Petunia, ¡a maltratar a mi propio hijo! - Lily estaba furiosa - Es increíble que lo
primero que escuches de mi sea de esa manera -.
— Luego conoció a ese
Potter en el colegio y se fueron y se casaron y te tuvieron a ti…
- ¿Cómo si hubiera
sido tan fácil? Genial hubiera sido si justo después de conocernos Lily me
aceptara, no, se hizo del rogar - dijo
James pera aliviar el enojo que se instalaba en los demás.
…y por supuesto que yo
sabía que ibas a ser igual, igual de raro, un... un anormal. ¡Y luego, como si
no fuera poco, hubo esa explosión y nosotros tuvimos que quedarnos contigo!
- ¡Es cruel que te
enteres de la muerte de tus padres de esa manera! - decía Molly
Harry se había puesto
muy pálido. Tan pronto como recuperó la voz, preguntó:
— ¿Explosión? ¡Me
dijisteis que habían muerto en un accidente de coche! -
- No creo que eso le
guste a Hagrid - decía con una
sonrisa Bill
— ¿ACCIDENTE DE COCHE?
— Rugió Hagrid dando un salto, tan enfadado que los Dursley volvieron al rincón
— ¿Cómo iban a poder morir Lily y James Potter en un accidente de coche? ¡Eso
es un ultraje! ¡Un escándalo! ¡Qué Harry Potter no conozca su propia historia,
cuando cada niño de nuestro mundo conoce su nombre! —
- Pobre de ti Hagrid,
Harry te preguntara a ti que es lo que paso - Hagrid se puso triste, no quería ser él el que le
contara a Harry como habían muerto sus padres
—Pero ¿por qué? ¿Qué
sucedió? —preguntó Harry con tono de apremio.
La furia se desvaneció
del rostro de Hagrid. De pronto parecía nervioso.
—Nunca habría esperado
algo así —dijo en voz baja y con aire preocupado—. No tenía ni idea. Cuando
Dumbledore me dijo que podía tener problemas para llegar a ti, no sabía que
sería hasta este punto. Ah, Harry, no sé si soy la persona apropiada para
decírtelo, pero alguien debe hacerlo. No puedes ir a Hogwarts sin saberlo.
Lanzó una mirada
despectiva a los Dursley.
—Bueno, es mejor que
sepas todo lo que yo puedo decirte... porque no puedo decírtelo todo. Es un
gran misterio, al menos una parte...
Los del pasado
pusieron mucha atención deseosos de saber más sobre esa fatídica noche.
Se sentó, miró
fijamente al fuego durante unos instantes, y luego continuó.
—Comienza, supongo,
con... con una persona llamada... pero es increíble que no sepas su nombre,
todos en nuestro mundo lo saben...
—¿Quién?
—Bueno... no me gusta
decir el nombre si puedo evitarlo. Nadie lo dice.
—¿Por qué no?
—Gárgolas galopantes,
Harry, la gente todavía tiene miedo. Vaya, esto es difícil.
Mira, estaba ese mago
que se volvió... malo. Tan malo como te puedas imaginar. Peor. Peor que peor.
Su nombre era...
Hagrid tragó, pero no
le salía la voz.
- Vamos Hagrid solo es
un nombre, no es como si Voldemort fuera a aparecerse solo si pronuncias su
nombre - dijo Lunático
—¿Quiere escribirlo?
—sugirió Harry.
—No... no sé cómo se
escribe. Está bien... Voldemort. —
- ¡Eso Hagrid! - le
aplaudían los merodeadores al semigigante
Hagrid se estremeció
Al igual que el Hagrid
que leía.
— No me lo hagas
repetir. De todos modos, este... este mago, hace unos veinte años, comenzó a buscar
seguidores. Y los consiguió. Algunos porque le tenían miedo, otros sólo querían
un poco de su poder, porque él iba consiguiendo poder. Eran días negros, Harry.
No se sabía en quién confiar, uno no se animaba a hacerse amigo de magos o
brujas desconocidos... Sucedían cosas terribles. Él se estaba apoderando de
todo. Por supuesto, algunos se le opusieron y él los mató. Horrible.
Varios se
estremecieron, al recordar cuantas personas habían muerto a manos de los
mortífagos o del mismo Voldemort.
Uno de los pocos
lugares seguros era Hogwarts. Hay que considerar que Dumbledore era el único al
que Quientúsabes temía. No se atrevía a apoderarse del colegio, no entonces, al
menos.
- Y espero que nunca
lo haga, no mientras yo siga con vida - dijo
seriamente el profesor Dumbledore.
- Albus, no digas eso
- le contesto una
asustada McGonagall, ella esperaba que sus alumnos nunca estuvieran en
semejante peligro.
»Ahora bien, tu madre
y tú padre eran la mejor bruja y el mejor mago que yo he conocido nunca. ¡En su
época de Hogwarts eran los primeros! Supongo que el misterio es por qué
Quien-tú-sabes nunca había tratado de ponerlos de su parte...
- Solo hubiera gastado
su tiempo, nunca nos uniríamos a sus filas - dijo seriamente James.
Probablemente sabía
que estaban demasiado cerca de Dumbledore para querer tener algo que ver con el
Lado Oscuro.
»Tal vez pensó que
podía persuadirlos... O quizá simplemente quería quitarlos de en medio. Lo que
todos saben es que él apareció en el pueblo donde vosotros vivíais, el día de Halloween,
hace diez años. Tú tenías un año. Él fue a vuestra casa y... y...
De pronto, Hagrid sacó
un pañuelo muy sucio y se sonó la nariz con un sonido como el de una corneta.
— Lo siento — dijo —.
Pero es tan triste... pensar que tu madre y tu padre, la mejor gente del mundo
que podrías encontrar...
A este punto varias
personas lloraban o mostraban una expresión triste. Lily lloraba en los brazos
de James, triste de que su hijo no pudiera conocerlos.
»Quien-tú-sabes los
mató. Y entonces... y ése es el verdadero misterio del asunto... también trató
de matarte a ti. Supongo que quería hacer un trabajo limpio, o tal vez, para
entonces, disfrutaba matando. Pero no pudo hacerlo. ¿Nunca te preguntaste cómo
te hiciste esa marca en la frente? No es un corte común. Sucedió cuando una
poderosa maldición diabólica te tocó. Fue la que terminó con tu madre, tu padre
y la casa, pero no funcionó contigo, y por eso eres famoso, Harry.
- La asesina,
sobreviviste a la maldición imperdonable - decía James con asombro
Nadie a quien él
hubiera decidido matar sobrevivió, nadie excepto tú, y eso que acabó con
algunas de las mejores brujas y de los mejores magos de la época
Todos abrieron los
ojos y se asustaron, *¿a quiénes? ¿Quiénes mas habían muerta a causa de la
guerra?* pensaba la mayoría.
- ¡OH NO! - grito
Hagrid, que al tener el libro en las manos había leído la línea que seguía.
- ¿Que pasa
Hagrid? - le cuestiono Dumbledore.
- Lo lamento profesor,
es que, es tan injusto decía entre lagrimas, tomo el libro y siguió leyendo.
Nadie a quien él
hubiera decidido matar sobrevivió, nadie excepto tú, y eso que acabó con
algunas de las mejores brujas y de los mejores magos de la
época (los McKinnons, los Bones, los Prewetts) …
- ¡NOOOOO! - fue lo que se escucho en toda la sala.
Molly se levanto y fue
a abrazar a sus hermanos, Hestia se abrazo a Edgar que se puso pálido al saber
que la mayoría de los magos de su familia morirían, Lily junto a Dorcas fueron
a abrazar a Marlene, todo eran sollozos y caras tristes con excepción de los Malfoy
y Snape
- Se que esto debe ser
muy triste para la mayoría de ustedes, mientras tanto, piensen que esto es una
de las cosas que podemos cambiar una vez terminemos de leer estos libros
- Todos parecieron
reflexionar las palabras de Dumbledore y aun tristes se sentaron en sus lugares
a seguir con la lectura.
… y tú eras muy pequeño. Pero sobreviviste.
Algo muy doloroso
estaba sucediendo en la mente de Harry. Mientras Hagrid iba terminando la
historia, vio otra vez la cegadora luz verde con más claridad de lo que la
había recordado antes y, por primera vez en su vida, se acordó de algo más, de
una risa cruel, aguda y fría.
- Oh, mi niño - decía en medio de sollozos Lily, aun dolida por las
muertes que se avecinaban
Hagrid lo miraba con
tristeza.
—Yo mismo te saqué de
la casa en ruinas, por orden de Dumbledore. Y te llevé con esta gente...
—Tonterías —dijo tío
Vernon.
Harry dio un respingo.
Casi había olvidado que los Dursley estaban allí. Tío Vernon parecía haber
recuperado su valor. Miraba con rabia a Hagrid y tenía los puños cerrados.
—Ahora escucha esto,
chico —gruñó—: acepto que haya algo extraño acerca de ti, probablemente nada
que unos buenos golpes no curen. Y todo eso sobre tus padres...
Bien, eran raros, no
lo niego y, en mi opinión, el mundo está mejor sin ellos...
Recibieron lo que
buscaban, al mezclarse con esos brujos... Es lo que yo esperaba: siempre supe
que iban a terminar mal...
- ¡PERO COMO SE
ATREVE! - gritaba
Lunático - decir eso enfrente de Harry - terminó.
- Tranquilo Lunático,
no me importa lo que ellos opinen - tranquilizó
Harry a su casi tío.
Pero en aquel momento
Hagrid se levantó del sofá y sacó de su abrigo un paraguas rosado. Apuntando a
tío Vernon, como con una espada, dijo:
—Le prevengo, Dursley,
le estoy avisando, una palabra más y...
Ante el peligro de ser
alanceado por la punta de un paraguas empuñado por un gigante barbudo, el valor
de tío Vernon desapareció otra vez. Se aplastó contra la pared y permaneció en
silencio.
—Así está mejor —dijo
Hagrid, respirando con dificultad y sentándose otra vez en el sofá, que aquella
vez se aplastó hasta el suelo.
Harry, entre tanto,
todavía tenía preguntas que hacer, cientos de ellas.
—Pero ¿qué sucedió con
Vol... perdón, quiero decir con Quién-usted-sabe?
- Harry, llámalo por
su nombre, ese ser no merece el mas mínimo respeto de tu parte - medio reprendió James a Harry.
- Si papá, lo hago
- le respondió este con
una sonrisa
—Buena pregunta, Harry
Desapareció. Se desvaneció. La misma noche que trató de matarte. Eso te hizo
aún más famoso. Ése es el mayor misterio, sabes... Se estaba volviendo más y
más poderoso... ¿Por qué se fue?
»Algunos dicen que
murió.
- ¿Albus, tú crees que
haya muerto? -le pregunto Alastor al
profesor.
- No, no creo, y el
hecho de que haya siete libros en los cuales viene la clave para derrotarlo
confirma mi teoría de que, no, Voldemort no murió esa noche - le respondió.
*¿Es que algún día
terminara la guerra?* se preguntaba
la mayoría.
No creo que le quede
lo suficiente de humano para morir. Otros dicen que todavía está por ahí,
esperando el momento, pero no lo creo. La gente que estaba de su lado volvió
con nosotros. Algunos salieron como de un trance.
La mayoría volteo a
ver a Lucius que sonrió con arrogancia, Estaba seguro que si su señor caía sus
influencias en el ministerio harían que se librara de Azkaban
No creen que pudieran
volver a hacerlo si él regresara.
»La mayor parte de
nosotros cree que todavía está en alguna parte, pero que perdió sus poderes.
Que está demasiado débil para seguir adelante. Porque algo relacionado contigo,
Harry, acabó con él. Algo sucedió aquella noche que él no contaba con que
sucedería, no sé qué fue, nadie lo sabe... Pero algo relacionado contigo lo
confundió.
Hagrid miró a Harry
con afecto y respeto, pero Harry, en lugar de sentirse complacido y orgulloso,
estaba casi seguro de que había una terrible equivocación. ¿Un mago? ¿Él? ¿Cómo
era posible? Había estado toda la vida bajo los golpes de Dudley y el miedo que
le inspiraban tía Petunia y tío Vernon. Si realmente era un mago, ¿por qué no
los había convertido en sapos llenos de verrugas cada vez que lo encerraban en
la alacena? Si alguna vez derrotó al más grande brujo del mundo, ¿cómo es que
Dudley siempre podía pegarle patadas como si fuera una pelota?
Hermione golpeo a
Harry en la pierna.
- Hermione no me
golpees - le dijo Harry
con una mueca.
- ¡Deja de
menospreciarte! - le
regaño su amiga, Harry iba a responder pero mejor se quedo callado. Hermione
podía llegar a ser muy terca.
Algunos en la sala
reían.
—Hagrid —dijo con
calma—, creo que está equivocado. No creo que yo pueda ser un mago.
Para su sorpresa,
Hagrid se rió entre dientes.
—No eres un mago, ¿eh?
¿Nunca haces que sucedan cosas cuando estás asustado o enfadado?
Harry contempló el
fuego. Si pensaba en ello... todas las cosas raras que habían hecho que sus
tíos se enfadaran con él, habían sucedido cuando él, Harry, estaba molesto o
enfadado: perseguido por la banda de Dudley, de golpe se había encontrado fuera
de su alcance; temeroso de ir al colegio con aquel ridículo corte de pelo, éste
le había crecido de nuevo y, la última vez que Dudley le pegó, ¿no se vengó de
él, aunque sin darse cuenta de que lo estaba haciendo? ¿No le había soltado
encima la boa constrictor?
- ¡Vaya Harry! Al fin
aceptas que lo hiciste - dijo
con burla Ron
- ¡Fue impremeditado!
- se defendió Harry -
¿hoy ustedes dos se levantaron con ganas de molestarme o qué? - pregunto
ofendido a sus dos amigos pero estos solo sonrieron.
Harry miró de nuevo a
Hagrid, sonriendo, y vio que el gigante lo miraba radiante.
— ¿Te das cuenta?
—Dijo Hagrid—. Conque Harry Potter no es un mago... Ya verás, serás muy famoso
en Hogwarts.
Harry bufó y los de su
tiempo reían.
Pero tío Vernon no iba
a rendirse sin luchar.
- Ash, muggle
impertinente - dijo Canuto
- Nunca entendí porque
no querían que fuera, era mejor para ellos, se libraban de mí durante diez
meses - dijo Harry.
- Ellos no querían que
fueras feliz Harry - le dijo Ginny a su novio.
— ¿No le hemos dicho
que no irá? — dijo con desagrado—. Irá a la escuela secundaria Stonewall y nos
dará las gracias por ello. Ya he leído esas cartas y necesitará toda clase de
porquerías: libros de hechizos, varitas y...
—Si él quiere ir, un
gran muggle como usted no lo detendrá —gruñó Hagrid—. ¡Detener
al hijo de Lily y James Potter para que no vaya a Hogwarts! Está loco. Su
nombre está apuntado casi desde que nació. Irá al mejor colegio de magia del
mundo.
- ¡Hogwarts!
¡Hogwarts! - cantaban los gemelos P.
Siete años allí y no
se conocerá a sí mismo.
-Pues yo lo veo igual
de flaco cuatro ojos - dijeron
con burla los gemelos W.
- Dejen de molestar a
Harry - les reprendió Molly y
los dos hermanos se callaron
Estará con jóvenes de
su misma clase, lo que será un cambio. Y estará con el más grande director que
Hogwarts haya tenido: Albus Dumbled...
—¡NO VOY A PAGAR PARA
QUE ALGÚN CHIFLADO VIEJO TONTO LE
ENSEÑE TRUCOS DE
MAGIA! —gritó tío Vernon.
- No prometo llevarle
flores a su tumba - dijo
dramáticamente Edgar.
- Si, mira que
insultar a Dumbledore enfrente de Hagrid - decía
Hestia
Pero aquella vez había
ido demasiado lejos. Hagrid empuñó su paraguas y lo agitó sobre su cabeza.
— ¡NUNCA... —bramó—
INSULTE-A-ALBUS-DUMBLEDORE-EN-MI-PRESENCIA!
Agitó el paraguas en
el aire para apuntar a Dudley. Se produjo un relámpago de luz violeta, un
sonido como de un petardo, un agudo chillido y, al momento siguiente, Dudley
saltaba, con las manos sobre su gordo trasero, mientras gemía de dolor. Cuando
les dio la espalda, Harry vio una rizada cola de cerdo que salía a través de un
agujero en los pantalones.
Los bromistas se
carcajeaban de risa.
- Fuiste mi héroe ese
día Hagrid - le dijo Harry a
su amigo.
- Un placer - le
respondió este con una sonrisa y continúo con la lectura.
Tío Vernon rugió.
Empujó a tía Petunia y a Dudley a la otra habitación, lanzó una última mirada
aterrorizada a Hagrid y cerró con fuerza la puerta detrás de ellos. Hagrid miró
su paraguas y se tiró de la barba.
—No debería enfadarme
—dijo con pesar—, pero a lo mejor no ha funcionado. Quise convertirlo en un
cerdo, pero supongo que ya se parece mucho a un cerdo y no había mucho por
hacer.
- Deberías ser
merodeador honorario Hagrid - le
decía Lunático en medio de risas.
- ¿Merodeador? -
preguntaron nuevamente los gemelos.
- Les explico
después - les dijo Harry.
Miró de reojo a Harry,
bajo sus cejas pobladas.
—Te agradecería que no
le mencionaras esto a nadie de Hogwarts —dijo—. Yo... bien, no me está
permitido hacer magia, hablando estrictamente. Conseguí permiso para hacer un
poquito, para que te llegaran las cartas y todo eso... Era una de las razones
por las que quería este trabajo...
— ¿Por qué no le está
permitido hacer magia? —preguntó Harry.
—Bueno... yo fui
también a Hogwarts y, si he de ser franco, me expulsaron. En el tercer año. Me
rompieron la varita en dos. Pero Dumbledore dejó que me quedara como
guardabosques. Es un gran hombre.
Dumbledore sonrió ante
la lealtad de Hagrid.
— ¿Por qué lo
expulsaron?
—Se está haciendo
tarde y tenemos muchas cosas que hacer mañana —dijo Hagrid en voz alta—.
Tenemos que ir a la ciudad y conseguirte los libros y todo lo demás.
-
CambioDeTemaNivelHagrid - dijo Charlie
Se quitó su grueso
abrigo negro y se lo entregó a Harry
—Puedes taparte con
esto —dijo—. No te preocupes si algo se agita. Creo que todavía tengo lirones
en un bolsillo.
Hagrid marcó la pagina
y cerro el libro - Así termina el capitulo - dijo con
una sonrisa.
- Bien, creo que sería
mejor almorzar, quiero suponer que esa puerta lleva a las concinas ¿no es así?- les pregunto a los de futuro.
-Si profesor, así debe
ser - le respondió Neville
que conocía muy bien el funcionamiento de la sala.
- Bien en lo que
traigo los alimentos conversen una rato- y diciendo eso se levanto de su siento y se fue.
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